Todos los que estaban en parque Bolívar, bajo la mirada atenta del libertador en su caballo, gritaron oh libertad, oh libertad, cuando la Banda Sinfónica de la Universidad de Antioquia interpretó el himno del departamento para finalizar su presentación.
“Otra, otra”, comenzó a gritar la gente mientras aplaudían a la Sinfónica. No faltó quien derramara alguna lágrima al escuchar el himno, les fue imposible no conmoverse.
Pasaron seis años para que esta banda volviera al parque donde tocó por primera vez en 1892, cuando lo inauguraron, y que abandonó en 2010 por la falta de público. Pero eso no pasó ayer cuando se presentaron a las once de la mañana. Ni siquiera había puesto para sentarse al lado de la estatua de Simón Bolívar, que dio un poco de sombra por unos momentos, aunque no duró mucho. Pero el sol no fue un impedimento.
Poco a poco comenzaron a llegar las personas. ¿Esto qué es?, ¿Qué es este gentío?, se preguntaban algunos que pasaban por ahí. Tal vez iban para la iglesia, pero muchos terminaron escuchando a la Sinfónica, bajo la dirección del maestro Fernando Pabón. Incluso algunos borrachos se detuvieron a escuchar el espectáculo musical, nadie se lo quería perder.
Niños, jóvenes, adultos y ancianos hicieron parte del público. Sin embargo, solo los mayores comprendían la importancia del concierto, y sabían que era un día histórico. “Aquí no estamos sino los ‘milañeros’, esto sí es la vieja escuela, a uno le dan ganas de llorar. Esto es una verraquera”, dijo un hombre mientras la orquesta interpretaba La forza del destino. Esta obra musical quedará para siempre en la memoria de los asistentes como la primera que volvió a interpretar la Banda Sinfónica de la Universidad de Antioquia luego se seis años de ausencia.
Y es que ir a la retreta del parque Bolívar era toda una tradición en la ciudad. Era ir, escuchar la orquesta en familia y luego comprar un cono. Ese era el recuerdo de la mayoría de los asistentes, que incluso se atrevieron a bailar cuando sonó Caribe soy, porque también hubo espacio para el bolero y para buscar un amor que quite del alma el pesar.
El regreso es posible gracias a esfuerzos de la alcaldía de Medellín y la Universidad de Antioquia, todo con el fin de promover un adecuado uso del espacio público, y no hay mejor manera de hacerlo con cultura. Pilar Velilla, gerente del Centro, explicó que “la idea es revivir una tradición, un patrimonio de la ciudad, que es la retreta, un patrimonio histórico”.
Fernando Pabón, director de la banda, y que ha estado en la retreta como espectador, músico y ahora como director, contó que este concierto lo ha “despersonalizado, me sacó de todas las pretensiones ególatras, de si soy músico o no soy músico. Soy un ser humano que también habita el parque de Bolívar desde muy niño”.
Inmediatamente después de que sonó el himno de Antioquia, los reclamos acompañaron la ovación. Muchos terminaron aburridos e inconformes, porque afirmaban, con un tono de decepción, que “se terminó muy rápido, debió haber durado más”.
Quienes se lamentaban no tienen de qué preocuparse, el otro fin de semana también podrán escuchar a la banda. La retreta no desaparecerá, y se trabajará para que cada domingo, se escuche la banda sinfónica en el parque Bolívar, para que esta costumbre vuelva a ser sagrada, tanto como ir a misa.
MATEO GARCÍA
Para EL TIEMPO
MEDELLÍN