El próximo mes empezará la construcción de la planta de cannabis medicinal en el municipio nortecaucano de Corinto, proyecto que demandará tres millones de dólares. Los inversionistas, colombianos e israelíes, dijeron que arrancarán con el proyecto, a la espera de que el Gobierno Nacional regule los cultivos.
“Esperamos que esta marihuana medicinal se convierta en una oportunidad para trasformar una realidad de violencia, de conflicto, hay mucha expectativa. Cerca de 1.500 cultivadores son ilegales, confiamos que con esta propuesta se legalicen apenas se autoricen las licencias”, dijo el alcalde de Corinto, Edward García.
“Ya tenemos los planos, todo está listo. Nos ubicaremos en un terreno de 27.000 metros cuadrados; tendremos tres módulos que iremos desarrollando”, dijo Carlos Silva, presidente de ONE Colombia, una de las tres empresas autorizadas en el país para desarrollar la industria de marihuana medicinal.
La planta se ubicará en el área rural, a unos 100 metros del casco urbano. La capacidad instalada dependerá de la repuesta del mercado. Podrán procesar cada día una o 10 toneladas diarias de marihuana medicinal.
“Los números los pone el mercado, sabemos que hay gran demanda de estos productos y estaremos listos”, dijo Silva.
En el norte del Cauca se cultivan cerca de 300 hectáreas de marihuana.
En julio pasado fue el lanzamiento de la cooperativa nortecaucana de productores de marihuana para usos medicinales y que integra a cultivadores de Corinto, Miranda, Toribío, Caloto y Jambaló.
“No queremos monopolizar el mercado, vamos a proveer las plántulas, necesitamos especies que sean las más productivas, nosotros no vamos a cultivar”, dijo Silva.
En la primera fase van a producir aceites medicinales y en una segunda fase filminas sublinguales que se colocan debajo de la lengua y de ahí pasan al torrente sanguíneo, uno de los productos desarrollado por los socios israelíes.
Durante la primera fase de este proyecto se espera generar 50 empleos directos y con todas las etapas en operación, 120 en total.
CALI