El Alto Tribunal de Londres sentenció este jueves que la activación del proceso de salida de los británicos de la UE requiere un voto del Parlamento, una decisión que podría retrasar el brexit y que el gobierno dijo que recurrirá.
Tres jueces sentenciaron que la primera ministra, Theresa May, no tiene el derecho de usar su poder ejecutivo para activar el artículo 50 del Tratado de Lisboa con el cual comienzan los dos años de negociaciones para establecer las condiciones para que el Reino Unido deje el bloque.
“El Tribunal no acepta el argumento presentado por el Gobierno” que juzgaba que el voto del Parlamento no era útil. “El Tribunal acepta el argumento principal de los demandantes”, anunciaron los jueces.
La decisión podría tener repercusiones en el proceso de salida de los británicos de la Unión Europea (UE).
El Gobierno británico anunció casi de inmediato que apelará la decisión de la justicia ante la Corte Suprema. Esta apelación tendrá lugar a principios de diciembre. (Lea también: Cien días y el Reino Unido no define su salida de la UE)
“El Gobierno está decepcionado” y “determinado a respetar el resultado del referendo. Vamos a apelar”, indicó el portavoz de la oficina de la Primera Ministra en un comunicado.
La mayoría de los miembros de la Cámara de los Comunes (cámara baja del Parlamento) había hecho campaña para que el Reino Unido se quedara dentro de la UE, por lo que esta decisión judicial, si es ratificada en apelación, podría abrir la vía a una salida menos brusca o retrasar bastante el brexit.
Sin embargo, los analistas no esperan que los diputados actúen en contra de la decisión expresada en el referendo, cuando el no a la UE fue favorecido con el 52 por ciento de los votos.
“No se trata de una decisión sobre la oportunidad o no de dejar la UE, sino de una decisión sobre una cuestión de derecho para determinar la manera correcta de hacerlo”, consideró Trevor Tayleur, profesor de la University of Law. “Los diputados y los lores son poco proclives a bloquear el resultado del referendo, incluso aunque se hubieran pronunciado a favor de seguir (en la UE)”, agregó. (Además: Líderes europeos abordan "situación crítica" de la UE por el Brexit)
Con todo, la decisión supone “una convulsión y una vergüenza para el Gobierno”, según Tony Travers, experto de la London School of Economics (LSE), que ve en esto un “gran problema constitucional”.
Nigel Farage, líder del Partido de la Independencia del Reino Unido (Ukip), quien dirigió la campaña en favor del brexit, afirmó que le “preocupa que una traición esté cerca” y advirtió que si se retrasa el proceso de salida, los políticos tendrán que enfrentar la “ira pública”.
Para el líder de la oposición laborista, Jeremy Corbyn, que defendió la permanencia en la UE, la decisión confirma la necesidad “de transparencia” y de comprometer “la responsabilidad del Parlamento” sobre “las condiciones del brexit”.
Por su parte, Nicola Sturgeon, primera ministra de Escocia, donde el voto a favor de permanecer en la UE fue mayoritario, declaró que “el Gobierno debería aceptar esta decisión”.
AFP