Si no hubiese sido por la rápida reacción de Claudia Viviana Forero, de 30 años, su pequeño hijo también podría haber muerto en el accidente que se presentó el martes en horas de la mañana, entre un bus del Sistema Integrado de Transporte Público (SITP) y un camión en el barrio Tunjuelito, en el sur de Bogotá.
La valiente madre empujó el coche en el que iba Jean Paul, de un año y nueve meses, hacia un costado de la carrera 12B con calle 54 sur, lugar exacto del choque. Sin embargo, el bus del SITP arrolló a Forero, quien murió de manera instantánea. Además del niño, siete personas también resultaron heridas.
Claudina Ramírez, la madre de la víctima, recibió la noticia del siniestro después de las 7 de la mañana. “A mí me avisó una señora llamada Yaneth. Salí en piyama para la casa de mi yerno, y con él fuimos hasta el sitio del accidente”, relató la mujer entre lágrimas.
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Cuando llegó al barrio Tunjuelito, se enteró de que su hija, en un acto heroico, salvó al bebé del impacto que le quitó la vida a ella. “Nos habían dicho que al bebé lo llevaron a un hospital, pero lo tenía un policía en sus brazos”.
Forero trabajaba como bibliotecaria en el colegio Nuestra Señora de las Victorias, sitio al que se dirigía ayer en la mañana. “Ella estaba haciendo sus pasantías para graduarse en el Sena, solo le quedaban un par de semanas para terminar”, comenta Ramírez.
Su familia cuenta que estudió unos semestres para ser azafata en el Politécnico Grancolombiano, pero a los 21 años quedó embarazada de su primer hija, Vivian Natalia, por lo que tuvo que dejar la carrera.
Su madre afirma que “a pesar de las dificultades que se le presentaron en la vida, ella trabajaba y estudiaba para darles lo mejor a sus hijos. Era una mujer echada para delante, que soñaba con su casa propia”.
Patricia Olache, amiga de Forero, la recuerda como “una persona muy autentica. Tenía actitud, una energía única. Tuvo muchos tropiezos, pero ella siempre supo cómo salir adelante. Nunca se dejó apagar por nada”.
Forero vivía en un apartamento arrendado, con sus hijos y su pareja en el barrio San Jorge, a 15 minutos del sitio del accidente. Todos los días iba hacia el lugar de las prácticas en TransMilenio, caminaba hasta el jardín donde cuidaban de Jean Paul y continuaba su ruta.
“Mi hija les tenía pavor a esas busetas. Una vez casi me atropella uno de esos carros y Claudia estaba conmigo. Ella llevaba su coche y yo iba caminando con mi bastón. Desde ese día ella les cogió pánico a los buses. Y mire... hoy, uno se la llevó”, cuenta Ramírez, quien compartía con su hija a diario tras la jornada laboral y antes de regresar a casa.
Accidentalidad en el SITP
Hasta el 31 de agosto de este año se han presentado 2.791 accidentes en los que estuvieron involucrados vehículos del SITP. En la mayoría de estos choques, según TransMilenio, los buses zonales no fueron los responsables.
Entre enero y octubre del 2016, según cifras de la Secretaría Distrital de Movilidad, fallecieron 23 personas y resultaron lesionadas 1.297 en siniestros con vehículos de este sistema de transporte.
La familia de Forero afirma que en varios momentos han sido testigos de imprudencias en las que están involucrados los buses azules.
“En el barrio Tunjuelito andan muy rápido. Se creen los dueños de la vía y muchas veces es por la presión que ejerce la empresa con el cumplimiento de los tiempos”, opina Mariela Forero Ramírez, hermana de Claudia.
Hasta la noche del martes, el bebé se encontraba bajo observación médica en el hospital de La Misericordia y a cargo de su padre. Sufrió un hematoma en la cabeza y varios golpes en su cuerpo. Mientras espera que el menor se recupere, la familia de Forero llora su muerte y dice sentirse preocupada por el futuro de Jean Paul, pues está en edad de lactancia.
El conductor del camión, de placas GCH 168, desapareció, y las autoridades están en su búsqueda. “Yo quiero que la persona responsable aparezca, que se entregue. También deseamos que todos estos conductores manejen con prudencia”, implora Ramírez.
MARÍA PAULA MÉNDEZ
Escuela de periodismo multimedia EL TIEMPO