¿Terminará este martes la sequía de Indios de Cleveland o Cachorros de Chicago forzará al séptimo y último juego de mañana en la Serie Mundial?
Los interrogantes se empezarán a despejar desde las 7 de la noche (hora colombiana), cuando, en casa, ‘La Tribu’, que está en ventaja 3-2, trate de liquidar el Clásico de Otoño, como suelen llamar a la definición del mejor béisbol del mundo.
Cleveland no gana una Serie Mundial desde 1948 ni participaba en ella desde hace 19 años, cuando el hit de oro del colombiano Édgar Rentería le entregó, en Miami, el título a los Marlins.
Cleveland quiere acabar para el cierre de oro de la temporada, en que los Caveliers, el equipo de baloncesto de la ciudad, alcanzó el trofeo en el torneo de la NBA.
Para esa tarea ha sido encomendado, por el mánager Terry Francona, el lanzador derecho Joh Tomlin (13-9, con 4,40 de efectividad durante el torneo regular), quien abrió el tercer duelo, pero se quedó sin decisión al solo hacerlo en cuatro entradas y dos tercios el viernes pasado, cuando su equipo logró la segunda victoria en el enfrentamiento.
Tomlin solo ha permitido tres carreras limpias en la postemporada 2016 y llega con tres días de descanso al partido.
Pero Chicago, el mejor conjunto del año, llega deseando ganar y forzar al séptimo duelo, que sería mañana en Cleveland.
Para ello enviará a la loma a su as derecho Jake Arrieta (18-8, con 3,10 de efectividad), ganador del segundo partido de la Serie Mundial (primera victoria para su equipo), 5-1, el miércoles pasado en Cleveland.
Ese día, Arrieta lanzó en cinco entradas y dos tercios, ponchando a seis.
Como visitante este año, Arrieta tiene marca positiva de 11-3, con 3,59 de efectividad en 15 salidas.
Apagados tras las dos primeras presentaciones en casa, cuando perdieron el tercer y cuarto juegos, y sin mañana, los Cachorros resucitaron el domingo pasado con un 3-2 sobre Indios, gracias a su picardía en el juego, combinada con el poder y control de su cuerpo de lanzadores.
Chicago quiere prolongar la Serie Mundial al séptimo partido y acabar con ‘la maldición de la cabra’, que desde 1908 lo tiene en la mayor sequía de títulos para una organización de béisbol de las Grandes Ligas.
Las cartas están sobre la mesa. Cleveland no quiere el suspenso de mañana y su artillería, que encabeza el paracortos Francisco Lindor, está empecinada en celebrar hoy mismo para evitar sorpresas. Ganar de una vez para evitar un último y decisivo juego. No deja de ser un riesgo que prefieren evitar acabando la Serie de una vez por todas.
Pero los Cachorros, con el ánimo levantado y la despedida ruidosa en la celebración dominical al prolongar la Serie, quieren uno más y para ello deben ganar mañana. Por eso, desde las 7 de la noche se despejan los interrogantes.
ESTÉWIL QUESADA FERNÁNDEZ
Redactor de EL TIEMPO
Barranquilla