En la Ciénage de Ayapel (Córdoba) y en Barbacoas (Nariño) fueron destruidas por la Policía 17 dragas y 19 retroexcavadoras utilizadas para extracción de minerales sin permisos ni licencias ambientales.
Según información de las autoridades, los recursos obtenidos de los complejos mineros iban a parar, en Córdoba, a manos de Dairo Antonio Úsuga David, “Otoniel”, lider del 'clan Úsuga', y en Nariño, y del frente Comuneros del Sur, del Eln.
La operación 'Sinú' logró detectar en la ciénaga maquinaria pesada en tres puntos diferentes y la utilización de sustancias tóxicas por extracción de oro a cielo abierto. Con esas actividades ilegales, el 'clan Úsuga' podía recibir hasta 2.600 millones de pesos mensuales.
En Barbacoas la intervención se hizo sobre seis complejos de extracción de oro, que podían, según la Policía, generar ingresos por más de 2.200 millones de pesos.
"Los cálculos hechos por los investigadores de la Policía Nacional, dan cuenta que en los complejos ilegales se obtenían alrededor de 15 mil gramos de oro mensuales, a costa del irreversible desastre ecológico y de poner en riesgo la salubridad de los pobladores que se abastecen de las aguas de los afluentes cercanos a la zona", señaló el general Óscar Atehortúa, jefe de la Unidad Nacional contra la Minería Ilegal.