Las canciones de la banda californiana Korn se escuchan hoy como un vehículo a la resistencia adolescente y fiera de los años 90.
Basta recordar videos como el de su éxito ‘Freak on a Leash’, de 1998, que ilustraba con una bala perdida la metáfora de ese orden restrictivo de la sociedad, que no es capaz de destruir a una nueva generación, caracterizada por una niña que detiene el proyectil tan solo con su espíritu. Cualquier parecido con la cinta ‘The Matrix’, que salió un año después, parece ser puramente accidental, o es la probable coincidencia del sentimiento rebelde común de ese momento.
De un fragmento casi a la mitad de esa canción se desprende además uno de los momentos sonoros más exóticos de la historia del llamado ‘rap metal’: el frenético ‘skat’ (esa técnica de improvisación con ruidos vocales) de Jonathan Davis, unido a los experimentos casi jazzisticos y ‘funky’ de los músicos, entre ellos el bajista Reginald Arvizu, que rasga la superficie de las cuerdas con crudeza, lo que transformó el metal para siempre.
Era parte de ‘Follow The Leader’, trabajo fundamental en su discográfica del que también se recuerdan ‘Falling Away From Me’, ‘Got the Life’ o ‘All in the Family’, una bomba del más puro rap.
Pero ese shock ocurrió realmente en 1994, cuando Korn publicó su álbum homónimo, con poco ruido mediático y sin ser aún un fenómeno del canal MTV, pero con canciones como ‘Blind, Daddy’ (cuyo canto polifónico emulaba una tonada sacra) o ‘Shoots And Ladders’, que evocaba las gaitas irlandesas. Esa experimentación era en ese momento muy atípica para la escena del metal en Estados Unidos.
El canal musical convirtió a la banda en una consentida con producciones cinematográficas como su video de ‘Make Me Bad’, con actores de la talla de Brigitte Nielsen.
Caer y levantarse
Desde su debut y hasta el álbum ‘Issues’, de 1999, Korn era centro de atención, especialmente en la era de los videos musicales. Pero con el nuevo siglo vinieron retos que pusieron a Korn en situación adversa. Los álbumes de la década pasada no sonaron de la misma forma en la radio.
Pero el panorama ha cambiado alrededor de su último álbum, ‘The Serenity of Suffering’, publicado el pasado 21 de octubre, que ha obtenido reseñas muy destacadas acerca de la energía interior de canciones como ‘Rotting in Vain’ e ‘Insane’. Este último, cargado de una oscuridad cercana al ‘death metal’, y su video es de los más espectaculares de su carrera, al encarnar a un fotógrafo de ‘memento mori’, latinismo que define la práctica de retratar a personas muertas a las que se pone a simular posturas de los vivos.
La vida de Davis ha sido también la metáfora del roquero sin límites: en los 90, muy entregado al alcohol; en la década pasada, cumpliendo el ‘sueño’ de casarse con una estrella porno, la actriz Deven Davis –siguiendo los pasos de Gene Simmons–, y bautizando a sus hijos con sendos homenajes al rock: el pequeño Zeppelin Howsmon Davis tiene ya 9 años. También, con excentricidades como su colección de objetos alrededor de historias de asesinos en serie.
‘The Serenity of Suffering’
Para algunos críticos el decimosegundo trabajo de Korn es más oscuro que sus anteriores álbumes. Es un disco con 11 cortes, entre los que se destacan ‘Insane’, ‘A Different World’ y ‘Rotting in Vain’.
La cita es en seis meses
Korn actuará en Bogotá el 17 de abril de 2017, en la Carpa Corferias. La venta de boletería comienza este 31 de octubre, en Tuboleta.com. Los precios son: 179.000 y 299.000 pesos.
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