Con una base metálica, una pantalla de televisión reciclada, una CPU que costó 120.000 pesos y una cámara de video del mismo precio, el juzgado promiscuo de Puerto Rico (Caquetá) logró descongestionar los procesos de ese despacho judicial y dejar de aplazar las audiencias que estaban represadas por fallas en el costoso sistema implementado por el Consejo Superior de la Judicatura.
Este municipio, que históricamente ha sido uno de los más afectados en el departamento por el conflicto armado, se convirtió esta semana en el orgullo de la justicia colombiana después de que su juzgado promiscuo ganara el VI premio de la Corporación Excelencia en la Justicia.
En este pequeño despacho en el que trabajan Michel Andrey González Guevara, oficial mayor, junto con el juez Víctor Daniel Ramírez López, la secretaria, la escribiente y la citadora, la revolución tecnológica ha permitido acelerar los paquidérmicos procesos judiciales que hoy tienen rezagada a la justicia en el país, y todo con una inversión que no supera en total los 3 millones de pesos.
Esa cifra es irrisoria al lado de los 30 millones que cuesta cada cámara comprada por el Consejo Superior de la Judicatura para realizar videoaudiencias y ahorrar tiempo en los despachos del país.
El juzgado venía teniendo problemas con las audiencias que intentaba realizar con el sistema Cendoj de la Rama Judicial, que llevaba nueve meses fallando, lo que terminó congestionando el despacho.
Los funcionarios decidieron solucionar el problema ellos mismos y tomaron una cámara que estaba abandonada en el archivo. Se inscribieron en el sistema de videoconferencia gratuito WebEx, que usa un sistema encriptado y permite la grabación de los videos para guardar la información. Compraron otra cámara y entonces nació Atenea (diosa griega de la sabiduría), el sistema con en que ya han realizado más de 300 audiencias sin fallas en las comunicaciones, lo que les ha permitido a ciudadanos en lugares remotos del país unirse a las diligencias judiciales.
Mediante el sistema del Consejo Superior de la Judicatura se podían realizar solo el 20 por ciento de las audiencias, mientras que con la tecnología ‘casera’ del juzgado de Puerto Rico, desde el 2015 se han realizado el 100 por ciento. Además, según los números de ese despacho, en el 2015 lograron un 92 por ciento en el movimiento de procesos, cifra que superó ampliamente el 69 por ciento del 2014.
“Ellos hicieron lo que uno quiere que sea la justicia, que se acerque al ciudadano, y sobre todo en una población donde el conflicto le impide a muchas personas movilizarse para asistir a las diligencias”, dijo Ana María Ramos, directiva de Excelencia en la Justicia y exviceministra de Justicia, al resaltar el trabajo de este juzgado.
La clave de este despacho son las herramientas tecnológicas que resultan autosustentables por su bajo costo. “El proyecto consiste en una gran cantidad de soluciones a varios problemas que todos los días tienen los juzgados. Dentro de los más relevantes están las videoconferencias que se hacen a través de mecanismos gratuitos que son supremamente más económicos que los que usa la administración de justicia actualmente”, contó Michel Andrey González Guevara.
Aunque la exviceministra Ramos reconoce que es muy complejo implementar un sistema así para todo el país, dice que ya son muchos años “con la excusa de que no hay plata y esperando a que se modernice la Rama Judicial, a que se digitalicen los documentos y se masifiquen las audiencias virtuales”. Y agregó que este es un llamado para que la Judicatura revise esas buenas prácticas e implemente mecanismos más eficientes.
Expediente ‘online’
Pero la videoconferencia no fue la única herramienta que activó el despacho judicial. También implementó un sistema de expedientes electrónico que funciona con codificación QR, lo que permite que cualquier interesado pueda escanear con su celular el código y acceder a toda la información sobre el proceso. Para esto, se digitalizaron todos los expedientes y el juzgado los subió a la nube.
Con esta tecnología, una de las metas del juzgado para el 2017 es convertirse en el primer despacho judicial en el país en dejar de usar papel.
El despacho también implementó un sistema de audiencias para menores que respeta su confidencialidad. Antes, los niños tenían que estar frente a sus agresores para declarar en casos de violencia sexual e intrafamiliar, pero ahora hay una nueva sala que está aislada y que se conecta a través de internet con la sala principal en donde está el implicado.
Otras experiencias
El jurado del premio convocado por la Corporación Excelencia en la Justicia hizo dos menciones de honor a otros dos proyectos que han mejorado el sistema judicial. Uno de ellos es el programa de justicia virtual para los consumidores colombianos, de la Superindustria, y el segundo, el proyecto Te Protejo de la ONG Red PaPaz.
El sistema de la Superindustria permite la atención virtual personalizada a los consumidores para que las partes involucradas puedan participar de un proceso sin tener que asistir personalmente. Antes de que se presente la demanda, esta institución también busca la conciliación.
Y el proyecto de la ONG es una línea virtual creada para reportar de manera confidencial situaciones que vulneren los derechos de menores de edad.
Los reportes son verificados por una red de analistas y luego son comunicados a la autoridad competente. A través de este sistema se reportan casos de abuso sexual infantil, explotación sexual comercial de niños, intimidación escolar, ciberacoso, venta de alcohol y drogas a menores, maltrato, abandono, entre otros delitos.
JUSTICIA
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