Más de 600 empresarios de Iberoamérica reunidos previamente al inicio de la XXV Cumbre Iberoamericana de Jefes de Estado, que se celebrará en Cartagena este fin de semana, entregaron una declaración conjunta sobre la crisis que vive Venezuela.
“Expresamos nuestra profunda preocupación ante la crisis política que vive Venezuela y que pone en riesgo la democracia y la libre iniciativa empresarial, la propiedad privada y el ejercicio de una democracia plena y participativa, constitucional y con separación de poderes”, señaló Daniel Funes, presidente de la Organización Internacional de Empleadores (OIE).
“Reclamamos del gobierno de Venezuela que se apliquen las recomendaciones y el plan de acción propuesto por la misión de alto nivel de la Organización Internacional de Empleadores hechas desde enero del 2014, y reafirmadas en junio del 2015, pero que siguen siendo desacatadas por el Gobierno venezolano”, agregó el directivo.
Según la OIE, la situación de Venezuela es grave porque pone en riesgo el ejercicio empresarial y las libertades cívicas están comprometidas.
“La empresa privada está en crisis, lo que genera una crisis social en la cual no hay acceso al trabajo, ni al consumo y no es posible acceder a una vida digna”, sumó Funes, quien recordó que el convenio 87 de la OIT protege las libertades sindicales, las cuales no abarcan únicamente a los sindicatos, sino también a los empresarios.
“Ese convenio ha sido violado sistemáticamente, así como las normativas internacionales del trabajo”, expresó Funes.
Venezuela tiene la inflación más alta del mundo
“El drama que vive Venezuela es grave: en 10 años hemos perdido el 60 por ciento del tejido empresarial y las empresas que quedan están en un 35 por ciento de su capacidad instalada”, agregó Francisco Martínez, representante de Fedecamaras de Venezuela, invitado a la cumbre.
“Los niveles de desabastecimiento son un 100 por ciento en algunos rublos y hay más de un 80 por ciento de desabastecimiento en el país; solamente estamos produciendo el 35 por ciento de la capacidad instalada del 40 por ciento de las empresas que quedan en pie”, dijo Martínez.
Para este funcionario, el sistema regulatorio impuesto por el gobierno de Nicolás Maduro se ha convertido en una herramienta política para criminalizar la actividad empresarial y se ha convertido en una camisa de fuerza para la actividad productiva de Venezuela.
“Tres años de recesión y por tercer año la inflación en la más alta del mundo y sigue el decrecimiento del producto interno bruto que este año va a cerrar en dos dígitos”, señaló el funcionario venezolano de Fedecámaras.
“Los venezolanos hoy trabajan por comida, es lo más cercano a la esclavitud que se puede ver en un país. No hay recursos para comparar medicamentos y la gente tiene que hacer largas colas para adquirir el poco alimento que hay”, concluye.
JOHN MONTAÑO
@PilotodeCometas
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