El silencio puede tener diferentes connotaciones para cada individuo, para algunos por ejemplo, puede ser un espacio de reflexión mientras que para otros puede significar un estado lleno de molestias. En cualquier caso, existe una relación de intimidad en aquellos intervalos de silencio que realizamos con una persona cercana, por lo que se vuelve algo radical promover una tendencia que alabe el disfrutar esta pausa con desconocidos.
Esto es precisamente lo que toma fuerza cada día más en todo el mundo: la demanda de tiempo en silencio. Es por esta razón que cada vez más ciudadanos exigen mayor oferta de retiros silenciosos el fin de semana, comedores, salas de lectura y hasta citas románticas completamente en silencio.
Según explica el diario británico 'The Guardian', este concepto inició en los cafés de Seattle como un espacio de reunión literaria para aquellas personas que no se sentían cómodos asistiendo a grupos de discusión. La premisa en estos lugares era simple: Preséntate, cállate y lee.
Ha sido tal la acogida de estos espacios de silencio, que la demanda de ciudadanos que siguen un ‘culto a la calma’ se ha extendido a ciudades como Nueva York Londres, Edimburgo y Dundee en Escocia.
Quizá uno de los lugares más reconocidos de esta industria es el retiro de silencio de Peter Cadney, quien descubrió el poder del silencio por primera vez a través de un curso de meditación ‘Vipassana’. "La primera vez que me senté en silencio, me sentía muy tranquilo. Empecé a notar como muchos pensamientos estaban yendo y viniendo en mi mente, era como si no hubiera habido espacio para el silencio". explicó Cadney al diario británico.
Finalmente, el profesor de psicología en la Universidad de Brighton, Mattew Adams, asegura que tiene un interés a larga plazo en la importancia social, cultural y psicológica del silencio y “en particular en el silencio compartido y elegir compartir el silencio”.