De acuerdo con cifras de la Secretaría de Educación, hasta junio de este año se han presentado 6.099 accidentes escolares en Bogotá. Las localidades con más casos son Bosa (1.151), Kennedy (648), Suba (691) y San Cristóbal (532).
Luego de conocer el caso de Juan David Sanabria, el menor que resultó afectado por la caída de un muro en el colegio Nueva Delhi, localidad de San Cristóbal, EL TIEMPO buscó cuáles son los protocolos que llevó a cabo el colegio y los que tiene estipulados la entidad ante este tipo de emergencias.
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Según la versión de la rectora de la institución, Amelia Gómez, ese 22 de agosto el accidente ocurrió de manera inesperada. Debido a los fuertes vientos que superaban los 35 km/h, parte de la infraestructura del colegio sufrió daños y la cubierta del salón H4 de la institución cayó. Allí estaban los menores recibiendo clases, por lo que les ocasionó algunas heridas.
“Hacia las 10:30 de la mañana ocurrieron los hechos. Nosotros no pensamos que una tragedia así pasaría. Estábamos preparados para otro tipo de siniestro, inclusive ese día teníamos una asesoría y una capacitación con un delegado del hospital La Victoria sobre primeros auxilios y atención de emergencias. Él nos fue de mucha ayuda para rescatar a los niños”, mencionó la rectora.
Dentro de los procedimientos que siguió la institución educativa fue avisar a través del Comité de Prevención de Emergencias y el de docentes a la Secretaría de Educación, a la Alcaldía Local y al Cuerpo de Bomberos lo sucedido.
Igualmente la comunidad llamó a la policía y a los servicios de ambulancias.
“Nosotros en el colegio, todos los días en las mañanas, realizamos reuniones con el Comité de Emergencias, que son los encargados de las prevenciones. Estamos capacitados para asistir siniestros como terremotos. Nos reunimos y hacemos los simulacros, tal y como lo estipula Secretaría de Educación”.
De acuerdo con la Secretaría, para los casos de accidentes escolares, se brinda una oportuna atención en salud, y la entidad ampara a los estudiantes de instituciones oficiales, cubriendo los costos que se puedan generar.
Se cubren los copagos, las cuotas moderadoras y de recuperación que se generen en la atención que se le brinde al niño o joven. Los servicios serán prestados en los 20 hospitales adscritos a la red pública del Distrito.
Adicional a esto, la entidad tiene diez pasos que deben seguir las instituciones para la atención de accidentes dentro y fuera del plantel educativo. Entre ellos están:
- Clasificar el accidente con el tipo de urgencia.
- Si el estado del estudiante no requiere atención en salud, se le debe brindar una atención básica en primeros auxilios.
- Si el estudiante, debido al accidente, requiere atención urgente en salud, se le deberá prestar primeros auxilios e informar de inmediato a la línea 123. Aquí se informará qué debe hacer la persona que lo esté atendiendo, si hay envío de ambulancias o si por el contrario el colegio puede trasladar al menor.
- Se debe llamar al acudiente o familiar.
- Al llamarlo, el familiar debe dar información del régimen de salud al que está afiliado el estudiante. Se le explicará la situación y a dónde será remitido el paciente.
- De no tener respuesta del familiar o acudiente, la institución debe acatar las instrucciones que se le den en la línea 123.
- Tan pronto se tengan las instrucciones, el colegio podrá llevar al estudiante al centro de salud más cercano. Allí no se le debe requerir autorización.
- Si la familia decide llevarlo a un centro u hospital privado, esta institución debe encargarse de realizar el trámite de los cobros por copagos que se generen y cargarlos al convenio interadministrativo.
- La institución debe diligenciar el acta de notificación del accidente. Con esta el colegio deja constancia de que se informó de lo sucedido y se realizaron los procedimientos necesarios.
- Tan pronto la responsabilidad y cuidado del estudiante quede en manos del acudiente o servicio de salud, el colegio debe reportarlo al Sistema de Información de Alertas Módulo Accidentalidad Escolar.
REDACCIÓN BOGOTÁ