La edición centenaria del Giro de Italia, presentada este martes en Milán, se disputará en mayo y conducirá al pelotón de Cerdeña a Milán, donde finalizará un recorrido difícil, diseñado como homenaje a los grandes campeones ciclistas del país: Coppi, Bartali, Pantani o Nibali.
La salida en Cerdeña, donde se disputarán las tres primeras etapas, se conoce desde hace un mes y parece un guiño a un campeón de la nueva generación, el sardo Fabio Aru, dos veces ya en el podio del Giro (3º en 2014 y 2º en 2015).
El resto del recorrido, que incluye las pendientes del volcán Etna y los paisajes de carta postal de Gargano, cuenta con una tercera semana muy complicada y dos contrarrelojes individuales, de 39 y 28 kilómetros -la segunda el último día en Milan-.
La carrera pasará por Sicilia, llegando en la quinta etapa a Messina, la ciudad natal de Nibali, doble ganador de la prueba (2013 y 2016). Además la etapa 11, entre Florence y Bagno di Romagna, partirá desde el museo dedicado a Gino Bartali, en el barrio de Ponte a Ema, donde nació el triple vencedor de la ‘maglia rosa’ (1936, 1937 y 1946).
También al 'campionissimo' Coppi
Las estapas 13 y 14 se consagrarán al ‘campionissimo’ Fausto Coppi. La primera pasará por Tortona, donde falleció en 1969 el cinco veces ganador del Giro, mientras que la 14 saldrá desde su ciudad natal, Castellania. Esta jornada terminará en lo alto del santuario de Oropa, donde en 1999 Pantani cimentó gran parte de su leyenda.
En la última semana los homenajes darán paso a las grandes dificultades. En el menú aparecen el Mortirolo y el Stelvio (cima del Giro con sus 2.758 metros, en camino hacia Bormio (16ª etapa). Luego los Dolomitas en la etapa 18 con cuatro puertos y dos llegadas en alto antes de la crono final en Milán, de 28 kilómetros.
AFP