Buscando brindar una institución educativa con las mismas características de un colegio bilingüe, como jornada extendida, ambiente campestre y pocos alumnos por salón, pero que fuera de fácil acceso para familias promedio con padres trabajadores y con la convicción de la importancia en el mundo laboral y competitivo del dominio de una segunda lengua como el inglés para sus hijos; hace quince años nació el colegio AngloAmericano en Pereira.
El colegio surgió de una idea familiar que puso en marcha su fundador y rector, el licenciado Javier Ospina Velásquez, quien creyó en la posibilidad de permitir el acceso a este tipo de modelo pedagógico a niños y jóvenes de estrato medio.
“Queríamos que aquellos padres que tengan la conciencia de la importancia de que sus hijos terminen sus estudios de bachillerato con un muy buen nivel de inglés, pudieran hacerlo, y hoy tenemos hijos de empleados y jóvenes profesionales, entre otros”, resaltó Ospina Velásquez.
Ubicado en el kilómetro 4 en la vereda Huertas de la vía que de Pereira conduce a Armenia, el AngloAmericano tiene una posición geográfica privilegiada por su entorno rodeado de naturaleza y una infraestructura en su mayoría en guadua, lo que se convierte en un incentivo tanto para los estudiantes como para el personal docente y administrativo que allí desempeña su actividad académica.
Lo circundan bellos guaduales y también hay un nacimiento de agua, que generan el sentido de pertenencia de los estudiantes, quienes desarrollan sus programas de protección ambiental con el mantenimiento de dicha riqueza natural.
La jornada académica es de 8:00 a.m. a 4:00 p.m. para la primaria y la secundaria entre las 7:00 a.m. y las 3:00 de la tarde.
El colegio presta el servicio de restaurante escolar para los almuerzos y loncheras, además de tienda; servicios que no son obligatorios para los estudiantes, pues los padres tienen la alternativa de enviar los alimentos que consumirán sus hijos durante la jornada, si así lo prefieren.
De igual manera se ofrece el servicio de transporte escolar, el cual cumple con toda la normatividad exigida para ello. El mismo que también puede o no contratarse con la institución.
Un poco más del 50 por ciento de las asignaturas que se imparten en el AngloAmericano son en inglés, aparte de la intensidad horaria dirigida a la enseñanza del idioma como tal. “Permanentemente hay un ambiente bilingüe. Por ejemplo, un niño de quinto ve nueve horas semanales de inglés como asignatura, además de materias como ciencias naturales, ciencias sociales, sistemas y artes impartidas en inglés, es decir que más del 50 por ciento se imparten en inglés”, explicó Ana Milena Villa, psicóloga y docente del colegio.
Apunta al aprendizaje significativo
El modelo pedagógico del AngloAmericano es el del aprendizaje significativo de David Ausubel, cuya línea va enfocada a darle la importancia y el protagonismo al estudiante, como el actor principal en el proceso educativo.
Según Ana Milena Villa Escobar, psicóloga del AngloAmericano, es el alumno quien de alguna manera va marcando la pauta en el camino formativo. “Aquí el rol fundamental le corresponde al estudiante y el profesor se convierte en un verdadero guía y acompañante del camino indicándole por dónde es”, explicó Villa.
Agregó la profesional que “aquí no tenemos la típica clase magistral, donde el profesor está arriba de los estudiantes, sino que tanto el docente como el alumno tienen igual importancia y están al mismo nivel, donde yo tengo que reconocer en mi estudiante todos esos saberes previos. Cuando, por ejemplo, usted llega a mi clase de matemáticas, yo tengo que tener en cuenta usted qué tiene aprendido y qué sabe, no es mi verdad absoluta”.
En general, el aprendizaje significativo trata de reconocer esos saberes previos y ver en qué pueden servir al docente para compartir el conocimiento.
La evaluación es constante, pues el AngloAmericano tiene una estrategia denominada preventiva donde, a mitad de cada periodo, se reúnen los profesores y se habla del proceso de cada estudiante y dicho consenso se envía a los padres para que conozcan cómo van sus hijos antes de la entrega de reportes de notas.
Que ir al colegio no sea una obligación
Los directivos del colegio AngloAmericano tienen absoluta certeza de que un ambiente amigable y de respeto incide directamente en el interés de los estudiantes en su formación académica y como personas.
“Nosotros recibimos del estudiante lo que damos y, cuando entregamos un buen trato y respeto, esto es lo que obtenemos. Queremos tener un colegio que se diferencie por el buen trato y la amabilidad, toda la comunidad del AngloAmericano es de total respeto, amable, agradable, no hay tratos agresivos o descalificadores”, indicó el rector, Javier Ospina Velásquez.
Destacó Ospina Velásquez que el AngloAmericano tiene un modelo de escuela agradable, a través del que buscan hacer que el camino escolar no sea una tortura, que el alumno no sienta que va a llegar a un sitio por obligación, donde hay profesores que en ocasiones ni saludan o llenos de resabios y a un ambiente donde todo es represivo u obligatorio; como infortunadamente sucede en muchos planteles.
“Es un colegio que se preocupa todos los días por mejorar. No tenemos pretensión de ir más allá de los 500 estudiantes. Queremos ser un micro cosmos de buen trato sin dejar de lado la importancia del rendimiento académico”, puntualizó el rector.
Los problemas se solucionan con diálogo
“Este es uno de los mejores colegios que hay en la ciudad. Ha venido escalando en estos 15 años. Tanto estudiantes como profesores tenemos una muy buena relación. El colegio es muy pequeño pero eso sirve mucho para que los alumnos de todos los grados se conozcan y todos los profesores sepan a quién le están enseñando”.
El anterior fue el concepto dado por Juan Camilo Gómez Galvis, estudiante de grado once del colegio AngloAmericano y quien, además, es el personero de dicha institución.
Según este joven, en el colegio ha podido cumplir de una manera tranquila con su papel como personero, dado el ambiente de apoyo, colaboración y convivencia del plantel.
“Es muy buena la comunicación con los profesores, ellos siempre están para apoyarlo a uno en lo que necesite, no se ven muchos problemas; obviamente los hay, como en cualquier colegio, pero siempre que pasan se da una solución oportuna y por las vías del diálogo”, manifestó Gómez Galvis.
Por último el personero resaltó el continuo acompañamiento que hay de los padres en todo el proceso educativo, con quienes hay una línea de comunicación permanente y siempre están al tanto de lo que sucede con sus hijos.
“Después de cinco años, me llevo mucho aprendizaje, aquí madure y crecí como persona”, agregó.
JUANITA MENDOZA
Para EL TIEMPO
PEREIRA