En el sur de la ciudad está el parque Bosque de San Carlos, catalogado como uno de los pulmones de la ciudad. Recientemente, empleados del Distrito comenzaron a tumbar los árboles, sin programa de reforestación para reemplazar a los talados.
Por tal motivo, la comunidad ha protestado y exige explicaciones, pues circula el rumor de que se pretende cerrar el parque y convertir estos terrenos en zona de construcción de vivienda, caso que la comunidad no está dispuesta a aceptar. El perjuicio para el lugar sería enorme.
El parque es utilizado como pista de atletismo y para prácticas de ciclismo; hay una cancha de fútbol, máquinas donadas durante la alcaldía anterior para hacer diversos ejercicios gimnásticos, zonas verdes.
Y, sin embargo, la respuesta del Gobierno distrital fue cerrar el parque, que ya lleva alrededor de dos meses sin permitir la entrada del público y sin dar ninguna respuesta a la ciudadanía.
Edilberto Torres Baquero
Bogotá
Medidas de descongestión
Señor Director:
No comparto los comentarios aparecidos en este diario el pasado sábado sobre la poca efectividad de agilizar el tráfico. Veamos: 1) La salida por la calle 80 a Siberia estuvo descongestionada y el paso por el nuevo puente sobre el río Bogotá se agilizó ampliamente. 2) Abajo del Vino y al llegar a Chuscales habilitaron unos 500 metros y el tráfico fue rápido. 3) Pasar por La Vega fue de maravilla, pues no hubo los trancones habituales. Se necesita, como complemento, que ojalá se establecieran tarifas diferenciales para los peajes según la hora.
Quienes pasen por los peajes antes de la 1 de la tarde, ya sea de ida, o de regreso, bien podrían pagar un 30 por ciento menos. Si se implanta el sistema electrónico, se podría estudiar la forma de operar. Por otra parte, que los policías de tránsito obliguen a los propietarios de carros de poca fuerza a que conserven su derecha y no impidan el tránsito normal de aquellos más rápidos.
Ing. Gabriel Vanegas Cantor
Bogotá
Ya pita el tren
Señor Director:
Qué alegría nos dio a los barramejos ver pasar, después de más de 20 años, el tren por nuestra vía férrea cargado de contenedores e ilusiones cumplidas.
Con el revivir del tren en su gobierno, señor Presidente, no solo se abaratará el transporte de carga, sino también se disminuirá el tránsito de tractomulas por las carreteras y se descongestionarán las vías nacionales. El tren está considerado, después del avión, el transporte más seguro del mundo y el segundo más barato después del naviero. Solo queda faltando, además, arrancar la aplicación del acuerdo de paz ya conciliado en La Habana, ver en su buen gobierno terminada la autopista ‘rankiada’, como la más vieja del mundo en construcción (ya lleva más de 60 años), Barrancabermeja-Bucaramanga.
Rafael Antonio Córdoba Ardila
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