Los rieles entre Santa Marta y La Dorada, Caldas, volvieron a rugir esta semana como lo hacían en otros tiempos. Admirados, los vecinos salieron a recibir esas dos locomotoras y 20 vagones de plataforma cargados de contenedores con gaseosas y materiales de construcción.
“Mira, ¡qué lindo!”, le decía una madre a su hijo el jueves pasado en Barrancabermeja, Santander, mientras le aplaudían al silbido ensordecedor del aparato británico de 160 metros de largo que reconectó, por vía férrea, al centro del país con el Caribe.
Los colegiales de blanco vieron entusiasmados el tránsito por sus pueblos, mientras los adultos echaron voladores para celebrar el acontecimiento. Algún pensionado le hablaba a las cámaras de televisión sobre su anhelo de que resucitaran los liquidados Ferrocarriles Nacionales.
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Los más felices fueron los niños, que a lo largo del recorrido por cinco departamentos sacudían los brazos para saludar a la tripulación de seis personas. Los viajeros se asomaban para responder al gesto; entre ellos, dos directivos de la empresa Holdtrade Atlántico, la cual prestará el servicio del ferrocarril de Chiriguaná, Cesar, hacia el sur.
El primer tramo, 152 kilómetros de los 767 que tiene el recorrido total, ya está en operación por medio de una concesión a Ferrocarriles del Norte de Colombia (Fenoco), por lo que la inversión de 114.000 millones de pesos en dos años se concentró sobre la distancia restante. Pero antes fue necesario que la Unión Temporal Ferroviaria Central reparara varios puntos críticos que resultaron afectados por la ola invernal de hace cinco años.
La Dorada (Caldas), última parada del trayecto, tuvo el viernes pasado tarde cívica para recibir, a las 2 p. m., al primer tren de carga que llega a la ciudad en este siglo. El más reciente había partido desde allí el 13 de diciembre de 1999, y no se ha visto uno de pasajeros en por lo menos 30 años.
La banda sinfónica de la Institución Educativa Alfonso López y la chirimía del pueblo prendieron la fiesta, a la que asistieron el ministro de Transporte, Jorge Eduardo Rojas, y el presidente de la Agencia Nacional de Infraestructura (ANI), Luis Fernando Andrade, además de las autoridades locales.
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El puerto sobre el río Magdalena no quería ser inferior a Santa Marta, que despidió el cargamento con presencia del embajador del Reino Unido en Colombia, Peter Tibber. El alcalde del municipio, Diego Pineda, y el gobernador (e), Ricardo Gómez Giraldo, coincidieron en que se trata de una “noticia histórica no solo para la región, sino también para el país”.
Ambos esperan que el tren dispare la economía y el empleo en los alrededores. Pineda es consciente de que “tenemos que andar de la mano con otros municipios, como Puerto Salgar, Cundinamarca, y Honda, Tolima”, y estudia la posibilidad de hacerle modificaciones al Plan de Ordenamiento Territorial (POT) de La Dorada para aprovechar esta oportunidad.
De hecho, Gómez anuncia desde ya su apoyo para que en el Congreso se apruebe la propuesta de que la reforma tributaria incluya una exención temporal del impuesto de renta para las compañías que se ubiquen al lado del corredor férreo, inviertan al menos 40.000 millones de pesos y generen allí un mínimo de 40 empleos directos.
Según el presidente de Holdtrade Atlántico, Diego Martínez, el fin es “la industrialización del país en el lugar correcto”, evitar que la riqueza se quede en los extremos del trayecto y conseguir que llegue a las poblaciones de todo el recorrido en Magdalena, Cesar, Santander, Antioquia y Caldas. Esto sería a partir del inicio de operaciones comerciales, calculado para dentro de siete meses, mientras se surten algunos trámites administrativos.
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La idea es que este servicio se complemente con el transporte por carreteras, e incluso con la navegabilidad en el río Magdalena hasta el mismo punto. Como parte de la prueba, el viernes se descargó la mercancía que venía de Santa Marta y en camiones se llevó hasta Bogotá, desde donde se trajo la que se cargó para el viaje de regreso del tren.
El final del recorrido de prueba será en el puerto del Distrito Cultural el próximo 26 de octubre. La velocidad promedio de este viaje de prueba ha sido de 30 kilómetros por hora, menos de la mitad de los 80 que puede alcanzar este monstruo, que con carga completa pesa unas 1.400 toneladas.
JOSÉ FELIPE SARMIENTO
Corresponsal de EL TIEMPO
Manizales.