Un video, sus últimas llamadas telefónicas y la voz de un testigo es con lo que cuentan las autoridades para desentrañar el misterioso homicidio de Jhon Alonso Orjuela Pardo, propietario de la cadena de tiendas Surtifruver de la Sabana.
Los expertos del CTI de la Fiscalía están analizando las imágenes para con ellas realizar los retratos hablados de los asesinos.
En este video, le contó a EL TIEMPO una fuente cercana a la investigación, se observa cuando Orjuela Pardo, de 46 años, camina de un lado a otro, muy cerca de su camioneta –una Toyota de placas HAR-741–. A los pocos minutos, a las 9:35 de la noche, aparece una pareja.
Las tres personas entablan un diálogo, por los gestos, poco cordial. Es entonces cuando en la escena una de las dos personas saca un arma de fuego y hace dos disparos. Se cree, en un primer análisis, que fue una mujer la que accionó el revólver.
Los hechos ocurrieron a un costado de la autopista Norte con calle 178, el pasado jueves.
Los familiares del comerciante se han mantenido muy reservados con respecto al tema; sin embargo, uno de ellos le dijo a EL TIEMPO que Orjuela Pardo nunca les habló de algún tipo de problemas que pusieran en peligro su seguridad.
“Nunca necesitó contratar escoltas. Andaba solo en su carro. Decía que el que no la debe no la teme, porque todo lo que tenía lo había conseguido sin hacerle daño a nadie. La empresa fue fruto de mucho trabajo y esfuerzo”, manifestó uno de los allegados.
No obstante, las autoridades no descartan que el hecho esté relacionado con un caso de extorsión.
Orjuela Pardo era oriundo de La Plata (Huila), de una familia de gente del campo. Sus primeros años de infancia transcurrieron en una finca, la que su padre se vio obligado a vender debido a la violencia en la región.
Hace unos 32 años, cuando aún era niño, viajó a Bogotá porque quería estudiar y salir adelante.
“Su padre siempre le inculcó que había que trabajar, que era la única forma de obtener las cosas”, añadió el familiar.
Del Huila llegó a Chía, al supermercado de su tío Parmenio, en donde trabajó como surtidor y repartidor de domicilios.
Al poco tiempo arribaron a la capital del país sus padres y hermanos, quienes compraron una humilde casa en el sur de Bogotá.
“El dinero que les dieron por la finca en el Huila no duró mucho y es cuando todos se unieron en un solo propósito, de salir adelante, dejando de lado los estudios”.
Orjuela dejó de trabajar un tiempo con su tío en Chía y pasó a ser ayudante de una panadería en Bogotá. Pero un día fue de visita en compañía de su señora madre adonde Parmenio y allí descubrió que él tenía disponible un pequeño espacio en la entrada de su negocio.
Según cuenta su familiar, Jhon Alonso Orjuela vendió una bicicleta y una cadena de oro que tenía y con ese dinero arrendó el espacio en el supermercado y montó una venta de frutas.
“Para ello, un vecino en el sur de Bogotá le acreditó, firmando una letra de cambio, una vitrina, y ese fue su comienzo”, indicó su allegado.
Los Surtifruver de Orjuela Pardo arrancaron en Chía. Hoy en la Sabana funciona un total de 15 establecimientos que venden productos del campo.
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