A pesar de que las condiciones climáticas no han sido las más favorables para el crecimiento de su cultivo de fresas, Armando Martínez no se arrepiente de haber accedido a un crédito bancario para trabajar la tierra de su finca.
Hoy, gracias a la suma de 50 millones de pesos que le prestaron para la infraestructura y adecuación de su proyecto productivo, envía sus fresas desde Facatativá a Bogotá e incluso a Cartagena.
“Por medio del crédito obtenido estamos cultivando fresas de alta calidad en 1,3 hectáreas de mi finca, aunque el objetivo es seguir creciendo y expandirnos”, comenta Armando Martínez.
Uno de los beneficios que realizaron su sueño de trabajar sus tierras es el subsidio a la tasa de interés del crédito, que recibe por parte del Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural.
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Con este incentivo otorgado a Armando Martínez por desarrollar un cultivo de un ciclo corto y mediano de producción, él deja de pagar hasta un 10 por ciento de tasa de interés –que corresponde a la tarifa para los medianos productores–, para cancelar una tarifa preferencial.
“Resulta fácil emprender un proyecto productivo en el campo cuando se tiene este tipo de apoyos, pues muchos productores no tienen el presupuesto necesario para empezar a cultivar”, dice Armando, quien agrega que el dinero es indispensable para cultivos como el de las fresas, que requieren mayor tecnología.
Una de las facilidades de la modalidad de financiamiento con la que él cuenta es que puede pagar el préstamo por medio de una cuota cada seis meses, durante un año.
EL TIEMPO