Los homicidios cayeron un tres por ciento y la violencia interpersonal se redujo en seis puntos porcentuales, entre enero y septiembre del 2016, de acuerdo con cifras del Instituto Nacional de Medicina Legal.
Según el secretario de Seguridad, Daniel Mejía, esto también es resultado del trabajo conjunto entre el Distrito, la Policía y la Fiscalía, que ha permitido desarticular bandas de crimen organizado que son las responsables de que se incremente este indicador en la ciudad.
“En cuanto a riñas estamos haciendo intervenciones en diferentes lugares de venta de alcohol para controlar la violencia interpersonal y la venta de licor adulterado. Esto ha ayudado mucho en localidades como Ciudad Bolívar y Suba”, explicó el Secretario.
Mejía además señaló que esta cifra se habría reducido más en los indicadores que lleva la Policía Metropolitana de Bogotá: “Estamos manejando una reducción del seis por ciento en homicidios y en lesiones personales superior al ocho por ciento”.
Para Hugo Acero, experto en temas de seguridad, es precisamente la mejor organización de las autoridades la que está dando estos resultados positivos, ya que han encaminado los esfuerzos en puntos identificados de la ciudad:
“Focalizar las acciones ayudó; cuando los policías no están regados por la ciudad, sino que se ubican en los territorios más problemáticos, se generan los efectos de reducción”.
Aunque no tan optimista, Juan Carlos Ruiz, catedrático de la Universidad del Rosario en temas de violencia, señala que la reducción en estos indicadores reflejan el esfuerzo del Distrito por establecer políticas estatales en seguridad: “Estadísticamente no es una diferencia muy significativa, habría que revisar estos indicadores en años anteriores, pero hay que reconocer que hay un esfuerzo por crear una institucionalidad alrededor de la seguridad ciudadana, lo que permite que haya más inteligencia para desmantelar bandas criminales”.
En cuanto al tema de la reducción de la violencia interpersonal el control de las autoridades ha sido clave, de acuerdo con Hugo Acero: “Más que se haya mejorado en cultura ciudadana, o a cambios de comportamiento entre los bogotanos, la reducción de las riñas tiene que ver con la mayor presencia de la Policía en las calles. Pero el Distrito debe trabajar en acciones que transformen los comportamientos de los ciudadanos y en la solución pacífica de conflictos”.
Violencia y licor
En el Distrito atribuyen al uso problemático de alcohol que las cifras de violencia interpersonal sigan siendo altas, por lo que próximamente implementarán programas para promover el consumo responsable.
EL TIEMPO pudo establecer que en noviembre se lanzará una campaña que liderarán el alcalde Enrique Peñalosa y el exalcalde Antanas Mockus, la cual se realizará en los sectores de la capital en que más ocurren riñas producto de la ingesta desmedida de licor.
Sin embargo, empresas como Bavaria ya vienen trabajando en estas estrategias. “Prevenir el consumo en menores, incentivar la moderación entre adultos, promover buenas prácticas de autorregulación comercial y promover prácticas de seguridad vial, son los cuatro pilares de nuestra estrategia”, indicaron en la empresa productora de cerveza.
También trabajan en alianza con fundaciones como Aquí y Ahora o Mi Sangre para incentivar con arte y actividades lúdicas para que los menores no consuman estas bebidas.
Asobares también ha trabajado en el tema y en lugares de rumba como las aledañas al barrio Marsella en Kennedy o la Zona Rosa en Chapinero tienen varias estrategias. “Por ejemplo tenemos Zonas de Rumba Segura, que lleva siete años, donde hay articulación entre alcaldías locales, autoridades y dueños de bares”, explicó Camilo Ospina, presidente de Asobares.
Pero el mayor cambio lo han trabajado en Marsella en la zona que se conoció como ‘cuadra alegre’. “Con la nueva alcaldía local hay mayor articulación, se han mejorado urbanísticamente los andenes y se logró quitar este estigma; ahora la llamamos Zona Plaza”.
'Violencia es parte de la cultura'
Henry Murrain, de Corpovisionarios, asegura que la violencia interpersonal no está relacionada estrictamente con el consumo de licor, sino que forma parte de la cultura. “La gente vive desesperada por mostrar el ‘macho’ que lleva adentro, pero no es por el alcohol, pese a su alteración psíquica, que tampoco es un atenuante”.
Por ello, este especialista en temas de cultura ciudadana afirma que se debe tener en cuenta que en otros países esta relación no se da, pero en Bogotá, y en general en el país, se le adjudica ser un generador de violencia como fue el caso del futbolista Hanyer Mosquera que golpeó esta semana a su esposa y que fue registrado en cámaras. “Mosquera considera que no fue culpa de él, sino que estaba borracho; por el discurso público de que el licor vuelve loca a la gente. Entonces no tiene en cuenta sus actitudes machistas y violentas”.
A esto se debe sumar la educación que les imprimen a los niños, en la que se justifican los golpes. Por eso Murrain afirma que las estrategias deben ir encaminadas en cambiar esos comportamientos culturales.
JOSÉ DAVID RODRÍGUEZ
Redacción Bogotá
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