A sus 29 años, Manuela Álvarez hizo una reflexión sobre su generación: “queremos hacer todo y queremos todo. Somos una generación multitarea, impulsada por la sed de lograr nuestros objetivos; somos competitivos y exigentes. Pero a la vez, buscamos nuestras raíces, nuestra esencia humana. Tenemos pasión por nuevas experiencias y por el reconocimiento de nosotros mismos. Nuestra mente ambivalente baila entre la ambición y la curiosidad de la espiritualidad y la armonía emocional”.
Esa forma de mirarse, la quiso expresar en su colección primavera-verano 2017 que llamó ‘Neobipolar’, y que presentó en BCapital.
“De esta emocionalidad salieron las herramientas creativas para diseñar: siluetas que me ayudaran a expresar estos estados en los que nos encontramos de altos y bajos, y para eso recurrí a la arquitectura minimalista, superpuesta y geométrica de Ricardo Bofill”, explica la diseñadora.
Para sus diseños, utilizó la estampación digital sobre algodón y seda con imágenes de mármol blanco y negro. “Un contraste entre la suavidad de los materiales y lo pesado del mármol”, dice.
Algunas prendas llevaban como tirantes trenzas tejidas a cuatro hebras que representan cuatro pilares en su vida personal: familia, trabajo, espiritualidad, socios y amigos.
Como es característico de su marca, Manuel empleó la tejeduría casera para hacer vestidos y suéteres tipo costillares.
Así volvió a poner en escena a su mujer urbana, fuerte y empoderada.
EL TIEMPO