Con una comedia de Molière, estrenada en París en 1659, se inaugura en la dramaturgia francesa el colectivo de teatro Divina Obscenidad.
El grupo comienza hoy su temporada con Las preciosas ridículas en la Alianza Francesa, sede centro. Las presentaciones serán hasta el sábado próximo, a las 7:00 p. m.
La trama de esta puesta en escena cuenta la historia de un padre que piensa que su hija y su sobrina están en momento de casarse, por lo cual decide conseguirles esposos.
Pero esos pretendientes que consiguió para ellas resultan siendo suplantados por unos personajes que generan comedia, pues se muestra el engaño que le juegan a las mujeres y a su padre.
Hasta ahí va la obra clásica, pero a la adaptación que trae Divina Obscenidad se le añade el toque ya propio del colectivo de teatro: el erotismo.
Antonio Úsuga, director del grupo, explicó que mediante su puesta en escena buscan dar a conocer la investigación que adelantan sobre el cuerpo, la sensualidad y el erotismo. “Ese es el ingrediente que nosotros le ponemos. Incorporamos sexualidades alternativas y las diversas manifestaciones del cuerpo. Esta obra tiene unos elementos eróticos que son el agregado”, comentó.
La obra de Molière la escogieron porque vieron la oportunidad de acercarse a un gran dramaturgo francés, de la mano de la Alianza Francesa que los apoyó incluso con clases de francés para algunos de los actores que tienen diálogos en la lengua romance. Además, la obra se prestó para hacer la adaptación pues, como comenta el director, “las historias de Moliere, sobre todo Las preciosas ridículas, son historias simples pero muy complejas en significaciones. No fue difícil hacer una versión erótica porque es increíble ver que sigue siendo muy actual”.
Camilo Porras, actor que interpretará el papel Georgilus, el padre, manifestó que “el espectador se va a encontrar con una obra hermosa, de un dramaturgo reconocido. Se va a encontrar con lo que los tiene acostumbrados Divina Obscenidad que es a divertirse, disfrutar del cuerpo y de las acciones eróticas, en una puesta en escena divertidísima”.
La obra tiene insinuaciones de desnudo con unas prendas de vestir de la época, hay también acciones simuladas de actos eróticos, por lo cual se recomienda que los asistentes sean mayores de edad.
No obstante, Úsuga señaló que, en su concepto, “los jóvenes se pueden acercar a este contenido, porque el tipo de propuesta que nosotros tenemos en ese sentido es muy educativa”.
Porras añadió que la propuesta del colectivo empieza a convertirse en un tipo de lenguaje para un público selecto, porque no a todo el mundo le gusta. Pero, hay una buena parte de la ciudad que reconoce y que sabe del trabajo que están haciendo en el teatro erótico.
Las preciosas ridículas contará con seis actores en escena, además de otras seis personas tras bambalinas encargadas de la iluminación, música y diseño de vestuario. En esta oportunidad se utilizará música barroca.
Como resaltó su director, esta obra conserva la magia de los clásicos, es decir, no pierde vigencia.
“El espectador se va a encontrar con una obra divertida, fresca, con un contenido muy actual a pesar de que han pasado casi 360 años desde que fue escrita. Teatralmente, es muy rica, porque encontraremos elementos que dan cierto picante y atractivo”, afirmó Úsuga.
Esta no es la primera vez que Divina Obscenidad interpreta un clásico, pues ha tenido experiencia en versiones de obras clásicas, sobretodo griegas. Actualmente trabajan en el montaje de Tiresias, un personaje de mitológico.
También han montado adaptaciones de cuentos de Borges como Asterión, la historia de un minotauro