Andy Murray, número dos del mundo, festejó este domingo su sexto título en la temporada de tenis, luego de vencer al español Roberto Bautista Agut por 7-6 (7-1) y 6-1 en la final del Masters 1000 de esta ciudad, que se jugó sobre canchas duras con una bolsa de premios de 7,6 millones de dólares.
La final contra el español, que venía de ganar al primer favorito, el serbio Novak Djokovic, en semifinales, fue igualada en el set inicial hasta la llegada del tie-break, en el que numerosos errores no forzados del español dieron esa primera manga al escocés.
Bautista había plantado cara al escocés hasta el 5-4, cuando Murray ya dispuso de tres bolas de set que desaprovechó, y el español mostró su combatividad al romper el siguiente servicio del británico, para forzar un tie-break que sin embargo no supo aprovechar.
El segundo set se puso cuesta arriba para Bautista desde el principio, con el primer servicio del español roto por Murray, sin que el de Castellón lograra ningún punto, y desde entonces el británico, que ya había ganado la semana anterior el Abierto de China en Pekín y no ha cedido ningún set en esta gira china, fue netamente superior.
El escocés, de 29 años, igualó así su año más fructífero (2009) en cantidad de trofeos levantados y ya suma 41 títulos a lo largo de toda su carrera ATP, con lo que igualó al sueco Stefan Edberg en el decimoquinto lugar de la tabla histórica de campeones.
El Masters de Shanghái, que también había ganado en el 2010 y 2011, se añadió a Roma (Masters), Queen’s (ATP 500), Wimbledon (Grand Slam), Río de Janeiro (Juegos Olímpicos) y Beijing (ATP 500), los anteriores torneos que había conquistado este año.
Con esta consagración, Murray redujo a 915 puntos su distancia respecto del número uno del ranking mundial, el serbio Novak Djokovic, que atraviesa un bajón por cansancio físico y mental, ratificado tras su derrota en semifinales con Bautista Agut.
“No es realista para este año”, había afirmado Murray sobre llegar a ser el número uno del mundo en el 2016, luego de superar el sábado al francés Guilles Simon en la otra semifinal. Murray, que nunca lideró el ranking ATP, confesó que sus planes pasan por ser líder la próxima temporada.
Sin embargo, el británico quiere terminar el año con buen pie y meter presión a ‘Nole’. Para ello deberá ganar el Masters 1000 de París (31 de octubre-6 de noviembre), y después el Masters (13-20 de noviembre).
“A mediados de año, después de Roland Garros, he estado muy bien; mi equipo me ayudó a ganar Wimbledon y eso fue una gran base para mi confianza después de grandes derrotas en torneos de Grand Slam en los pasados años”, afirmó el escocés, quien está en un momento de ascenso que contrasta con cierta mentalidad derrotista de Djokovic, que en entrevistas recientes dice haber perdido la “alegría de ganar”, o la obsesión por los títulos.
Matemáticamente, Murray puede acabar este año como número uno, aunque para ello debería ganar torneos como el Masters 1000 de París y esperar que Novak caiga en las primeras ruedas, por lo que el británico ve más posible el asalto a la primera posición hacia el mes de marzo del año que viene.
“Es el periodo del año en el que tengo más oportunidad de ganar muchos puntos”, aseguró Murray, explicando que en grandes torneos de marzo como Indian Wells o Miami, al no haber puntuado demasiado en ellos durante el 2016, es donde más puede progresar en la próxima temporada.
“Lo más importante para ganar el número uno es ser extremadamente consistente durante todo el año, algo que he hecho desde la temporada de tierra en abril”.
Por otra parte, el español Bautista Agut, que jugó su primera final de un Masters 1000, ascendió seis puestos en la clasificación ATP (del 19 al 13), gracias a su buena actuación en Shanghái. “Para mí, fue toda una situación nueva, mi primera final de Masters 1000, y no fue fácil manejar las emociones de estos días”, confesó.
Resumen de Agencias