El asesinato de periodistas es la mayor amenaza que enfrenta la libertad de prensa en el continente americano, donde este año 20 comunicadores han muerto de forma violenta, 11 de ellos en México, uno de los países donde el ejercicio del periodismo es más peligroso.
El panorama de la prensa en la región fue presentado ayer por el presidente de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP), Pierre Manigault, durante la instalación de la 72.ª Asamblea General de este organismo, que se celebra en Ciudad de México. “El problema más grave (para la prensa) siguen siendo los asesinatos de periodistas, 20 en lo que va de 2016”, aseguró Manigault, quien además es directivo en Evening Post Publishing Company, de Charleston, en Estados Unidos.
Manigault exigió al presidente Enrique Peña Nieto que los asesinatos de periodistas en México no queden impunes y sin esclarecer.
Recordó también que la SIP, que tiene más de 1.300 publicaciones asociadas, ha sometido alguno de los crímenes de comunicadores ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), sin que haya recibido “una respuesta adecuada desde el Estado”. “Estos crímenes no han sido resueltos, y los culpables no han sido castigados”, insistió Manigault antes de nombrar a los once comunicadores asesinados en México en el 2016 y pedir un minuto de silencio en su memoria.
El presidente Enrique Peña Nieto, quien asistió al acto de inauguración de la Asamblea de la SIP, reconoció que en México “aún hay crímenes contra periodistas que debemos resolver” y confió en que la fiscalía especializada en delitos contra la libertad de expresión y un mecanismo de protección contribuirán a hacer justicia.
Peña Nieto suscribió este viernes la Declaración de Chapultepec, un documento de 1994 que busca fomentar la prensa libre y proteger al comunicador.
En su turno para llevar la palabra, el presidente y director general del diario mexicano El Universal, Juan Francisco Ealy Ortiz, denunció que el mundo es desigual y alimenta la violencia, cuyo blanco también es la prensa. Enumeró que desde el 2000, en México, han muerto 115 periodistas, 20 han desaparecido y se han producido casi 50 atentados contra medios de comunicación. “Es un fenómeno dominado por la impunidad”, aseguró el director del periódico mexicano, que este año celebra su centenario.
*Con información de EFE y AFP