Definitivamente, la adjudicación, ingeniería e interventoría en las obras publicas de Bogotá, especialmente en puentes y avenidas, son un desastre y un fracaso que nadie controla y por el que nadie responde, pues, después de adjudicada la licitación para la construcción del deprimido (llámese túnel) de solo 400 metros en la calle 94 con carrera 19, llevamos nueve años sin que aún se termine. El 15 de diciembre del 2014, el IDU adjudicó al consorcio La Sirena 2014 la ampliación de la avenida La Sirena, es decir, el tramo de la calle 153 entre carreras 7.ª y 9.ª, trayecto de 200 metros, el cual debía ser entregado en el tercer trimestre del 2016, contrato que fue suspendido esta semana por el IDU no solo por incumplimiento del plazo fijado inicialmente en un año, sino porque el contratista ¡no tiene los recursos necesarios para terminar la obra! Con estas perlas y estos antecedentes, los bogotanos, en una regla de tres simple, calculamos que tendremos que esperar 450 años para ver terminada la construcción de los 20 kilómetros (20.000 metros) de la primera línea del metro, la cual no se adjudicará este año ni en el 2017, sino en el 2018, según lo manifestó el alcalde mayor, Enrique Peñalosa. Varias generaciones tendrán que llenarse de paciencia.
Fredy Becerra Mosquera
Y no ha pasado nada
Señor Director:
Hoy hace tres años, en compañía de mis amigos y familia, salimos del edificio Space a las carreras y llenos de miedo. Esa noche, allí quedó lo que había sido mi hogar y el producto de mi ahorro y trabajo. Hemos recuperado un 40 por ciento, y la Supersociedades no parece muy interesada en que con prontitud recuperemos el patrimonio que falta; más parece que las personas le somos indiferentes al Superintendente y que solo se preocupara de los tecnicismos y parágrafos, sin prestar mayor atención a los plazos ni a que los afectados somos seres humanos. Sin embargo, lo que más duele realmente de estos años es que, luego de todo lo que pasó, incluida la muerte de 12 personas, es como si allí no hubiera ocurrido nada. El gremio de la construcción sigue tranquilo, la Fiscalía no les pone bolas a los procesos pendientes, la justicia sigue sin llegar. Ingenieros que allí ocasionaron, por omisión o falla técnica, la muerte de personas continúan construyendo sin inmutarse.
Nelson Vanegas
El peor debate de la historia
Señor Director:
El segundo debate entre los candidatos aspirantes a la Casa Blanca se caracterizó por ser una catedral de barro. Ambos, en sus pobres argumentos, lo que hicieron fue patinar durante la hora y media de discusión; nada dignos ni para un programa de chismes farandulero. Quizás ha sido el peor debate en la historia reciente estadounidense, y quizás en toda su historia. Los debates que se realizan en Colombia tienen, de lejos, un mejor contenido argumental de ideas, sin caer en los insultos. Por otra parte, la carga tributaria de Colombia ocupaba el sexto lugar en el mundo; ahora es la primera.
Fernando Cortés Quintero
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