Este miércoles 12 de octubre, el planeta celebró el Día Mundial del Árbol. Cormacarena festejó los 20 años de un frondoso madroño, ubicado en El Barzal. Mientras que la Secretaría de Medio Ambiente del municipio regaló 100 árboles con el compromiso de vigilar su cuidado.
Sin embargo, más allá de los actos para sensibilizar sobre la importancia y el cuidado de los árboles, organizaciones defensoras del medio ambiente alertaron sobre cómo Villavicencio se está quedando sin árboles en su zona urbana.
“Hay un déficit muy grave de arbolado en la ciudad. Tanto en barrios como en vías vemos cómo cada día hay menos árboles o árboles mochitos. Son talados porque a una señora le molestó el arbolito o para dar espacio a las cuerdas de energía, cuando estas ya deberían estar bajo tierra, o por proyectos urbanos de cemento”, advirtió Elizabeth Amado, presidenta de la Fundación Nakuani.
En los barrios, donde era normal hallar árboles en los andenes, han sido talados. Lo mismo pasa en parques y en las principales vías de Villavicencio, donde es necesaria la presencia de árboles para atrapar el CO2 liberado por los vehículos y hacer sombra, pero también están cortados.
La ambientalista afirma que en la capital metense hay un agravante que atenta contra los árboles: “La falta de un plan de ornato”.
A pesar de que desde el 2004 hay una resolución de la autoridad ambiental Cormacarena, en la cual le ordena al municipio establecer un plan de ornato, que permite regular y darle un manejo integral y silvicultural a la flora y el arbolado, este no existe. Desde entonces pasaron 11 alcaldes y ninguno desarrolló el plan de ornato urbano.
“El plan de ornato permite tener un inventario sobre cuántos árboles hay, sus especies y qué sitios no se pueden tocar”, dijo la ambientalista al agregar que por el calentamiento global la ciudad necesita árboles.
La secretaria de Medio Ambiente de Villavicencio, Jennifer Aroca, anunció que el proyecto del plan de ornato inició este año luego de que las anteriores administraciones se rehusaron a atender la orden de Cormacarena y espera tenerlo listo en el 2017.
“Este año realizamos la evaluación del proyecto, que busca la formulación de cómo se encuentran las especies forestales urbanas en Villavicencio y de ese manera poder mitigar los lugares donde no hay árboles y caracterizar los árboles que están mal fitosanitariamente y que corresponde ordenar el derrumbamiento”, precisó.
No obstante, se mostró alertada sobre cómo llegan a su despacho peticiones continuas de solicitud de permisos para talar árboles que no son peligrosos.
Las comunidades están acudiendo a la figura de la tutela para reclamar el derecho a la tala de árboles por supuesto riesgo cuando la Secretaria de Medio Ambiente les niega el permiso.
REDACCIÓN LLANO SIE7EDÍAS