El municipio de Algeciras (Huila) rindió homenaje a la memoria de los seis patrulleritos asesinados a manos de un comando de las Farc, el 12 de noviembre de 1990.
Un cabo y un agente de la Policía también murieron y otros seis menores de edad quedaron heridos tras un ataque con explosivos y armas de largo alcance.
En esa oportunidad, se celebraba una carrera ciclística entre Algeciras y el municipio de Hobo, por lo cual la tarea de los miembros de la Policía Cívica Juvenil era ayudar a mantener despejada la vía y colaborar en temas de orden en la competencia.
Los 12 menores viajaban en una camioneta de la Policía que fue atacada con explosivos por un comando de la guerrilla oculto en las montañas, que los remató con tiros de fusiles.
Alfredo Vargas, secretario de Gobierno de Neiva, quien dirigió un trabajo sobre esa masacre con el grupo de investigación de Derecho Internacional y Paz, de la Facultad de Ciencias Jurídicas y Políticas de la Universidad Surcolombiana, afirmó que se trató de un acto de Memoria Histórica en el que estuvieron presentes sobrevivientes del ataque, padres de las víctimas, autoridades y ciudadanos.
“Fue un acto emotivo de reconciliación, en el cual los familiares de los niños perdonaron esa acción violenta de la guerrilla”, afirmó Vargas, también víctima indirecta, pues dos de sus familiares (una hermana y una prima) resultaron heridos.
“El objetivo era honrar la memoria de los niños y, al tiempo, sanar heridas a través del perdón”, aseguró Vargas.
El alcalde de Algeciras, Javier Rivera, aseguró: “El objetivo era dignificar a las víctimas, darles la oportunidad para que puedan perdonar a los victimarios y sanar sus heridas para que esto nos permita avanzar en la reparación”.
“Le dimos un mensaje de reconciliación a un país que se encuentra dividido”, manifestó el mandatario.
“Yo perdono, nada sacamos con almacenar más odio”, afirmó Campos Tello, padre de un patrullerito asesinado, quien le pidió al Presidente Juan Manuel Santos que “persista para que la paz se consolide en Colombia”.
Por su parte, el sobreviviente Roland Andrés Ramírez, dijo: “Esperamos una reparación económica”.
Melba Delgado, madre de un patrullerito muerto, señaló: “La memoria de los niños sigue viva en nuestros corazones y en medio de todo este sufrimiento le pedimos al Gobierno que sigamos adelante con el tema de la paz”.
El trabajo de investigación del acto violento, con diálogos, talleres y reuniones con las víctimas, se realizó en conjunto con el Centro Nacional de Memoria Histórica.
“Esperamos que las Farc vengan a Algeciras a pedir perdón y a explicarnos por qué sucedió esta masacre”, aseguró Alfredo Vargas.
NEIVA