Para nadie es un secreto que el sueño de muchos de los que están emprendiendo, innovando o tienen ya un caso de negocio TI concebido es llegar con su idea a Silicon Valley. Esa sería, sin duda, una noticia alentadora para el difícil camino que en muchas ocasiones atraviesan. Sin embargo, algunos olvidan que esa no es la única manera de prosperar.
Ana Albir, fundadora de Moondropapps -compañía de consultoría y desarrollo de contenidos digitales- y líder del panel de desarrollo móvil para la cumbre digital Colombia 4.0 hace referencia a dos maneras de salir adelante en este negocio: “una, muy popular en EE. UU., es que a uno lo compren. La segunda, más relevante para Colombia, es que uno haga un negocio rentable. Colombia tiene muchos problemas que son únicos del país, que ameritan un negocio propio, adaptado al ambiente local y que no tiene que venir de afuera”, señala.
Por ejemplo, desde Apps.co, del MinTic, se ha venido trabajando en centrar a aquellos emprendedores que les hacen acompañamiento en la solución de problemas concretos de la industria colombiana a través de la innovación, según lo cuenta Juanita Rodríguez, gerente de la iniciativa del Ministerio.
No obstante, Albir subraya la importancia de estar en permanente contacto con las últimas tendencias que vienen de Europa o EE. UU. –debido a que muchas veces la ventaja competitiva de una empresa es que trae una tecnología extranjera de primera-. Pero, asimismo, “establecer puentes colaborativos es vital”, dice. Por esta razón, uno de los invitados especiales a Colombia 4.0 es Christian Prada, copresidente de VLAB, organización en Silicon Valley dedicada, entre otras funciones, a ayudar a compañías pequeñas de Latinoamérica a conseguir mentores en San Francisco.
Una idea no siempre termina en un caso de negocio
Según Albir, uno de los mayores problemas que enfrentan los emprendedores colombianos en el tema del desarrollo móvil es que tienden a enfocarse mucho en la idea y después piensan en cómo se va a monetizar. “En ese punto es donde las compañías se pueden meter en problemas porque se les acaba la plata antes de que empiecen a entrar los ingresos”.
De ahí la importancia de reconocer si la idea es necesaria o, “simplemente es chévere, y si es necesaria entonces ahí sí pensar en un plan de negocio”.
Precisamente, Wenyi Cai, fundadora de Polymath Ventures en Colombia, hablará en su charla sobre cómo diferenciar algo que es realmente necesario -entendido como un servicio que soluciona un problema real y que la gente estaría dispuesta a pagar por ello- versus algo que suena bien.
Con este panorama de estar enfrentándonos a muchas ideas que no necesariamente terminan en casos de negocio, no es ajeno entonces el hecho de que apenas un 8 % de las inversiones de Fundacity, la plataforma de inversión más grande del mundo, y la que tiene mayor presencia en América Latina, vengan para Colombia.
En ese sentido, gran número de conferencistas estarán enfocados en dar charlas sobre cómo hacer que una idea genere beneficios económicos, cuáles fuentes de inversión funcionarían y cómo construir un caso de negocio.
Además, la cumbre digital Colombia 4.0 dará un espacio de networking para que los asistentes intercambien ideas o contactos con los panelistas.
Proyectos colaborativos, una necesidad imperante
Si hay algo en lo que se fijan empresas de desarrollo tecnológico de los perfiles de los desarrolladores es en la capacidad y la experiencia que tienen en proyectos ‘open source’ o colaborativos.
La carencia o poca existencia de este tipo de proyectos en el país tal vez sea otro inhibidor para que inversionistas volteen sus ojos a Colombia.
Albir señala que “por más de que hay muchos productos que son súper innovadores, a veces nos quedamos un poco atrás en términos de colaboración. No hay muchos proyectos ‘open source’. Es decir, hay muchos productos que son para clientes pero no productos para otros desarrolladores, que entre ellos mismos puedan consumir. Esa parte es clave porque así es como uno puede armar sobre los avances de los demás”.
Expositores como Jimmy Jacobson y Brendan Nee van a hablar de las apis (interfaz de programación de aplicaciones), de cómo crear proyectos ‘open source’ -muchos de ellos gratuitos-, y de cómo conectarse con desarrolladores internacionales para armar sobre proyectos mundiales de código.
Por último, Ana Albir es enfática en señalar la importancia de compartir códigos: “mi consejo para los desarrolladores es que abran su perfil de ‘Github’, creen código, colaboren con los demás, compartan su código y así empiezan a crear reputación”, insiste.
NATALIA BONNETT ALONSO
EDITORA DE ESPECIALES DIGITALES