Empezaron con ocho carpas el miércoles 5 de octubre, después de marchar por toda la carrera 7.ª hasta la plaza de Bolívar –en una multitudinaria concentración pocas veces registrada en Bogotá–. Lo hicieron en silencio pidiendo la paz. Hoy, son cerca de 60 carpas (que llevan el nombre de los municipios que han sufrido la guerra) y albergan a unas 150 personas, en lo que se ha denominado ‘Campamento por la paz’.
Ya no son solo estudiantes, se encuentran grupos religiosos, comunidades indígenas, profesionales y amas de casa.
“Aquí vamos a estar de forma indefinida. Es nuestra forma de presionar a quienes están buscando renegociar los acuerdos de La Habana. Ya no tenemos tiempo que perder y no se puede dilatar más”, le dijo a EL TIEMPO Juana Ruiz, una de las organizadoras del ‘Campamento por la paz’. Uno de los aspectos en que insisten quienes están concentrados en la plaza de Bolívar es en mantener el cese del fuego bilateral.
“Hay que tener en cuenta a los del ‘No’ y sus propuestas. Reorganizar rápidamente el acuerdo y no dejar perder esta oportunidad de reconciliación”, afirmó Ruiz.