El exministro Carlos Holmes Trujillo, uno de los delegados del Centro Democrático en el diálogo con el Gobierno para ajustar el Acuerdo Final con las Farc, afirmó que quienes se inclinaron por el ‘No’ en el plebiscito tienen la “responsabilidad” de “contribuir” a la “concreción de un acuerdo nacional que conduzca a la paz”.
Trujillo habló con EL TIEMPO.
¿Qué opinión le merece el Premio Nobel de Paz para el presidente Santos?
Es un reconocimiento de la comunidad internacional a los esfuerzos en búsqueda de la paz que ha hecho y está haciendo el presidente Santos, por lo cual merece una felicitación de todos, así como un estímulo a todos los colombianos para continuar realizando esfuerzos para conseguirla.
¿Cómo cree que deja esto al mandatario políticamente?
Lo deja fortalecido e investido de una especie de mandato global para perseverar. También le permite situarse por encima de las diferencias internas a fin de actuar con un liderazgo generoso que recoja el clamor de los colombianos a favor de la paz y la voz de millones de compatriotas que expresaron su desacuerdo, inquietudes y preocupaciones con distintos aspectos del acuerdo con las Farc.
¿Y a los promotores del ‘No’ en el plebiscito?
En el plebiscito todos los votantes lo hicieron a favor de la paz y la mayoría, así haya sido estrecha, expresó su desacuerdo con diferentes puntos de lo acordado. Tengo, además, la seguridad de que quienes se abstuvieron también desean vivir y trabajar tranquilos. Quienes defendimos el ‘No’ tenemos la responsabilidad de contribuir a la concreción de un acuerdo nacional que conduzca a la paz.
¿Cómo influirá este reconocimiento al presidente Santos en las negociaciones entre el Gobierno y los promotores del ‘No’ para corregir los acuerdos de paz?
Hago votos para que influya de manera positiva. Colombia tiene hoy la inigualable oportunidad histórica de buscar, con generosidad y visión de futuro, un acuerdo que una a los colombianos y sea sostenible en el tiempo gracias a un gran apoyo social y político de todo el país.
Tras este galardón, ¿cómo queda el uribismo políticamente hablando?
Muy bien. A lo largo del proceso de conversaciones en La Habana y durante la campaña del plebiscito le planteamos al país nuestro apoyo a la búsqueda de la paz y propuestas en materia de justicia, por ejemplo. También hemos planteado con claridad los reparos que tenemos a la Jurisdicción Especial para la Paz, la preocupación por las indefiniciones que hay en el acuerdo con respecto a las competencias del Tribunal para la Paz y nuestro desacuerdo con la inclusión de todo su texto en la Constitución, para mencionar solamente algunos puntos. Tenga la seguridad de que tenemos inquietudes de fondo, argumentos muy serios y razones patrióticas.
¿Los promotores del ‘No’ ya tienen una propuesta concreta para entregarle al Gobierno este lunes?
Propuestas concretas estamos haciendo desde cuando se iniciaron las conversaciones en La Habana. Recuerde que siempre hemos planteado la necesidad de la cesación de la violencia, la verificación internacional y la concentración para ese efecto.
Tenga presente que hace muchos meses planteamos la importancia de que la verificación la hiciera un organismo como la ONU. Y la campaña del plebiscito la hicimos planteando objeciones llenas de argumentos y propuestas. Quedan para la historia como una evidencia las intervenciones en los más variados escenarios académicos, sociales y populares al igual que muchas columnas en distintos medios.
¿Y cuáles son esas propuestas?
Lo de fondo es lo siguiente: si el Gobierno va a cumplir con el mandato político de acordar la introducción de cambios al acuerdo y jugar el papel de concertador y negociador, no el de receptor y tramitador, avanzaríamos en el camino correcto. De lo contrario, estaríamos frente a un obstáculo de fondo. Por otra parte, es importante reiterar que estamos dispuestos a contribuir al logro de un gran acuerdo nacional que nos lleve a la paz y de construir sobre lo ya construido.
¿En cuánto tiempo cree que podrían estar listos los puntos que el uribismo propone que se corrijan?
Hablar de plazos fatales es siempre un error. Mi opinión es que debemos actuar con celeridad sin sacrificar la profundidad, porque de lo que se trata es de edificar un acuerdo que disfrute del más amplio apoyo social y político.
¿Qué pasaría si el Presidente les plantea sus inquietudes a las Farc y ellos no las aceptan?
Recordemos que el Gobierno y las Farc se comprometieron a aceptar el mecanismo de participación que indicara la Corte Constitucional y con las características que ese alto tribunal señalara. La eventualidad de la renegociación, entonces, a la luz de lo que decidió la Corte era una eventualidad previamente aceptada por los dos equipos negociadores. De otro lado, el resultado del plebiscito es también un mensaje de los colombianos a las Farc. Lo que todos debemos hacer ahora es actuar con inmensa responsabilidad histórica, humildad, seriedad y dedicación.
¿Por qué los tres delegados de Uribe son los tres precandidatos presidenciales?
Eso es como preguntar por qué el doctor Humberto de la Calle es el jefe del equipo negociador; el doctor Vargas Lleras es el vicepresidente; el doctor Juan Carlos Pinzón es el embajador en Washington; el doctor Mauricio Cárdenas es el ministro de Hacienda y el doctor Roy Barreras es integrante del equipo negociador. Lo importante en nuestro caso es que hemos decidido hacer un paréntesis para dedicarnos de lleno a la tarea de conseguir el gran acuerdo nacional que nos lleve a la paz. Eso es lo que el país espera, reclama y necesita.
EL TIEMPO