Esta semana las partes reiteraron sus compromisos para crear confianza y aclimatar el cese bilateral.
Así, las Farc mantienen su compromiso de alejarse de toda actividad delictiva, como la extorsión, el narcotráfico y la minería ilegal, que eran su fuente de financiación directa. Además, no incorporarán nuevos hombres y mujeres en sus filas (guerrillas y milicias) y no adquirirán nuevo armamento o material explosivo. Tampoco afectarán la infraestructura, instalaciones y guarniciones.
En el terreno, Fuerzas Militares y Farc evitarán a toda costa entrar en contacto armado. No impedirán u obstaculizarán la labor del Mecanismo de Monitoreo y Verificación, y no ocultarán información que sea relevante para el funcionamiento de la misión. Las partes no adelantarán acciones que impidan la protección o asistencia humanitaria. No utilizarán lenguaje difamatorio por cualquier medio. No ejecutarán actos de violencia o cualquier amenaza que ponga en riesgo la vida e integridad personal contra la población civil, especialmente aquellos por razón de género.
No realizarán acciones que atenten contra la integridad física o moral de la contraparte. No afectarán los derechos y libertades de la población civil.
La Fuerza Pública dará todas las garantías de seguridad a las Farc en su desplazamiento a las zonas de preconcentración y durante su permanencia en ellas.