El respaldo internacional a sus esfuerzos por la paz, expresado en el Premio Nobel, le inyecta oxígeno al presidente Juan Manuel Santos para tomar decisiones encaminadas a salvar el proceso con las Farc y les pone presión a la guerrilla y a los opositores del Acuerdo de La Habana para ceder en sus posiciones.
Ese es el consenso que hay entre los analistas y académicos, que coinciden en señalar que la convulsionada semana se cierra con un panorama muy diferente del que planteó, el domingo, el sorpresivo triunfo del ‘No’ en el plebiscito. (Le puede interesar: Una semana macondiana para Colombia)
Pendiente de concretar con los líderes del ‘No’ una agenda para replantear lo acordado con las Farc, el Gobierno recupera margen de maniobra. Genaro Alfonso Sánchez, decano de Derecho y Ciencia Política de la Universidad Nacional, asegura que el Nobel “representa el apoyo y la confianza de la comunidad internacional al proceso de paz y a la tarea que el Gobierno emprendió hace 4 años (...). El mensaje es que no es el momento de echarse para atrás”.
Jorge Restrepo, director del Centro de Recursos para el Análisis de Conflictos, destaca que tras la turbulenta semana se ven buenas señales: “Se ve una voluntad de la mesa de negociaciones de La Habana, del Gobierno y de las Farc, de escuchar las propuestas de aclaración o modificación del Acuerdo Final”.
En todo caso, señala Restrepo, es claro que una cirugía de fondo a lo pactado con las Farc después de cuatro años, como lo pretenden algunos sectores, no parece coherente con la idea de salvar el proceso. “La pregunta que aquí cabe es si esos grupos van a tener una opinión unificada –dice Restrepo–. (...) Es probable que una parte se radicalice y que otra esté más de acuerdo con trabajar sobre el Acuerdo ya existente, incluso dentro del mismo Centro Democrático”.
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Juan Carlos Ruiz, catedrático de la Universidad del Rosario, señala en el mismo sentido que la opción que pretende una revisión maximalista, y por lo tanto un periodo de renegociación extenso, no es consecuente con la defensa de uno de los mayores logros del proceso de La Habana: el actual cese bilateral de acciones ofensivas y de hostilidades, que va para su sexta semana sin un solo incidente entre las partes.
“Los sectores que plantean el escenario de que la guerrilla, sin la certeza de que se llegará a un acuerdo definitivo, accederá a quedarse concentrada indefinidamente no tienen en cuenta las dificultades que esa situación implica”, advierte Ruiz. Y explica las razones: “Primero, los jefes guerrilleros no van a acceder a perder su mayor carta de negociación, su fuerza armada, a cambio de nada. Y segundo, mientras más tiempo pase, crece el riesgo de indisciplina, ataques de sectores agazapados que están contra la paz o de incidentes con la misma Fuerza Pública”.
Para conjurar todos esos riesgos, y, por supuesto, atendiendo el mandato de las mayorías en el plebiscito, el Presidente tiene las facultades de decidir sobre el orden público y la paz, que quedaron incólumes a pesar del resultado de las urnas. El Nobel, dicen los expertos, muestra hasta qué punto la Comunidad Internacional le está apostando a la paz del país, lo que a su vez aumenta los costos políticos para todos los actores –especialmente guerrilla y los líderes del ‘No’– si por cualquier motivo llegara a fracasar el esfuerzo de paz.
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César Rodríguez, director de Dejusticia, dice al respecto que el tono del último comunicado conjunto de Gobierno y Farc da espacio para prever un escenario positivo. En el mismo sentido, el profesor Alejo Vargas, director del Centro de Pensamiento y Seguimiento al Diálogo de Paz de la Universidad Nacional, señala que se abre espacio “un ambiente positivo”, tanto en La Habana como en los contactos políticos que se adelantan con las cabezas del ‘No’.
‘Hay que salir de la incertidumbre’
El ministro de Defensa, Luis Carlos Villegas, uno de los representantes del Gobierno en los acercamientos con los líderes del ‘No’, aseguró el viernes que, cuanto antes, se requiere un consenso sobre los puntos de una renegociación con las Farc en Cuba.
“Es necesario salir a la mayor brevedad de la incertidumbre que se ha generado –dijo el ministro Villegas–. (...) No tenemos meses, apenas semanas. La solidez del cese del fuego y la verificación de la ONU así lo imponen”.
Por orden del presidente Juan Manuel Santos, el cese bilateral del fuego y de hostilidades con las Farc mantiene plena vigencia.
Las tropas tienen mandato expreso de preservar y proteger la confianza entre las partes, que se ha traducido en hechos como que en meses no se haya producido una sola muerte por enfrentamientos entre las partes.
El ministro Villegas dijo que “es una cuestión de seguridad nacional” sacar adelante el proceso de paz y, en ese sentido, instó a los líderes del ‘No’ a acelerar las conversaciones y presentar sus propuestas sobre el Acuerdo Final, que en todo caso dependerán de lo que se logre renegociar con la guerrilla.
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