La puerta del desarrollo en infraestructura y movilidad llega a un barrio periférico de calles estrechas y empinadas donde resaltan casas de colores con techos de zinc en zonas de alto riesgo.
Se trata del Trece de Noviembre, ubicado en el centro oriente de Medellín, que hace apenas un año tenía agua dos horas al día y electricidad prepagada, no había una cancha, un parque ni andenes peatonales. Nada tenían.
No obstante, este barrio de 17 hectáreas en el que viven 13.000 habitantes, hoy está transformado. Pasó de ser un barrio desconocido y olvidado a uno renovado con espacio para niños y peatones que ofrece conexión con el valle de Aburrá, así como calidad de vida.
Ese cambio empezó con la construcción de un tanque de agua que llevó el líquido vital a 2.000 familias 12 horas al día; así como un ecoparque, jardineras, senderos peatonales y ciclorrutas que atraviesan las laderas y comunican al Trece de Noviembre con otros sectores de la comuna 8.
Todo esto hace parte del Jardín Circunvalar, proyecto que la administración pasada inició para frenar la expansión en las laderas y controlar zonas de alto riesgo. Al barrio también lo transformarán nuevas viviendas, una estación de metrocable que estará lista en un año y un paseo arqueológico de 2.241 metros cuadrados que conserva vallados en piedra, vestigios de caminos y terrazas.
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Sergio Cuervo, subgerente de proyectos de la Empresa de Desarrollo Urbano (EDU), entidad que lideró el proyecto del Jardín, explicó que hay toda una transformación urbana y social en el territorio –que costó unos 26.000 millones de pesos– en el que se mezcla el espacio público con el sistema de transporte masivo del que carecía el barrio.
Uno de los beneficiados es Edward Enrique Serna, habitante del sector, quien aseguró que las obras cambiaron su vida, oxigenaron el barrio en lo ambiental y social.
Primero llegó la electricidad de EPM, luego el agua potable que, aunque no es las 24 horas, mejoró su calidad de vida.
A lo que se le suma que con los nuevos espacios, “los jóvenes vemos una alternativa de esparcimiento, ya podemos hacer otras actividades distintas a estar en una esquina. Aquí están cambiando armas por bicicletas y drogas por balones”, añadió.
Serna contó que cuando iba a otros sectores nadie sabía dónde quedaba el Trece de Noviembre, muchas personas ni si quiera lo habían escuchado. Pero ahora por sus dos nuevos referentes: el metrocable y el Jardín Circunvalar, empieza a ser visible y turístico no solo por otros habitantes de Medellín sino por extranjeros como pasó en la comuna 13 y en Santo Domingo Savio.
De las cosas que los vecinos más valoran son los andenes peatonales que los ayudaron a comunicarse con otros barrios sin necesidad de caminar a lado y lado de buses en una vía estrecha y empinada, donde no hay espacio para dos vehículos al tiempo.
Muchos habitantes tienen que subir hasta 60 escalas que antes estaban gastadas y desniveladas, pero que fueron mejoradas con cemento, pintura y barandas para que fueran más cómodas y seguras.
![]() Las escalas del barrio, para acceder a las casas, fuero mejoradas y renovadas con colores para que hacerlas más agradables. Foto:Guillermo Ossa / EL TIEMPO |
Las fachadas de las casas también se mejoraron con grafitis y pinturas de colores vivos para que las personas se sintieran parte de este proyecto de transformación urbana.
Marlem Restrepo, presidente de la Junta de Acción Comunal (JAC) del Trece de Noviembre, contó que el Jardín trajo mucho desarrollo, aportó empleo y turismo que, bien aprovechado, puede ser una oportunidad económica para los comerciantes del sector.
“En el barrio no contábamos con lugares como este. Ahora las familias aprovechan los fines de semana para hacer arroz con leche o sancocho y dedicarse al deporte”, contó.
Articulación de dos referentes
El Jardín Circunvalar y el metrocable, que estará integrado al Tranvía de Ayachucho, se articularán entre sí y juntos generarán un impacto más fuerte en lo social, cultural y económico.
Teodoro Kurt, coordinador de metrocables de la empresa Metro, dijo que cuando esté lista la estación, que costará cerca de 12.000 millones de pesos, esta integrará a los habitantes del Trece de Noviembre al sistema de transporte.
“Las personas llegarán al tranvía y a la estación San Antonio del metro con un solo tiquete, ahorrarán tiempo y dinero”, dijo.
Habrá toda una renovación urbana con andenes, zonas verdes y arborización alrededor de esta estación del metrocable, sistema que moverá entre el Trece de Noviembre y Miraflores 5.000 pasajeros cada hora en ambos sentidos.
Con este medio de transporte, muchas personas podrán visitar el barrio para disfrutar del Jardín que tiene cinco kilómetros de senderos peatonales, llamado ‘Camino de la Vida’, desde el sector Llanaditas, hasta el cerro Pan de Azúcar y el barrio Villa Turbay.
![]() La estación del metrocable Trece de Noviembre está en la etapa de construcción. La inversión es de 12.000 millones de pesos. Foto: Guillermo Ossa / EL TIEMPO |
Igualmente, cuatro kilómetros de ciclorrutas conocido como ‘Ruta de Campeones’, desde el barrio Trece de Noviembre hasta La Sierra (comuna 8).
El Ecoparque que se conecta con estas rutas tiene una placa polideportiva, gimnasio al aire libre, juegos infantiles y miradores, desde donde se contempla una de las mejores vistas de Medellín.
El cerro Pan de Azúcar es recuperado con 76.000 árboles nativos en 65 hectáreas y 31.000 metros cuadrados de huertas agroecológicas que siembran 300 familias desplazadas por la violencia.
DEICY JOHANA PAREJA M.
Redactora de EL TIEMPO
MEDELLÍN
En Twitter: @johapareja