Más de 300 soldados de los batallones de Ingenieros número 30 y 50 del Ejército Nacional trabajan incansablemente desde hace dos años en la intervención de un primer tramo de 17 kilómetros de la vía que comunica el casco urbano de Tibú con el corregimiento de La Gabarra, en medio de la espesa selva del Catatumbo, en Norte de Santander.
El desarrollo de las obras, en las que se invierten 76.000 millones de pesos, provenientes del Ministerio de Defensa y de Fonade (Fondo Nacional de Desarrollo), no ha sido tarea fácil.
Su ejecución se ha visto obstaculizada por la instalación de artefactos explosivos en la vía, ataques con cilindros bomba y hostigamientos recurrentes de los grupos armados ilegales que delinquen en esa zona, principalmente del Eln.
Por ello, el pavimento que se ha extendido en esa arcillosa vía en el corazón del Catatumbo se ha manchado con la sangre de militares, varios de ellos encargados de prestar la seguridad a los compañeros que trabajan en la obra.
A la fecha, se tiene un reporte de dos soldados asesinados, seis heridos, tres hostigamientos y la ubicación de más de 20 artefactos explosivos, así como la quema de cinco vehículos de contratistas en los que se transportaba material.
Además de esas amenazas, los soldados deben enfrentar las altas temperaturas, que han llegado a sobrepasar los 45 grados centígrados.
“Somos militares y cumplimos una misión, tenemos las armas de la patria para hacer respetar la ley, pero hemos más bien utilizado la pica, la pala, las herramientas para poder traer progreso a esta región. Pese a las dificultades, los soldados han tenido mucha fe en la realización de esta obra”, dijo el coronel del Ejército Henry Andrés Martínez, comandante de Batallón de Ingenieros número 50.
Se espera que el primer tramo de ese corredor vial, de 58 kilómetros en su totalidad, esté completamente listo en junio del 2017.
Inicialmente se tenía proyectada la intervención de 26 kilómetros en la primera etapa, pero durante la ejecución se han hecho necesarias obras adicionales en puntos críticos de la vía.
A la fecha, 10 kilómetros ya se encuentran totalmente pavimentados, y en otros ya se avanza en la instalación de la subbase.
Los trabajos facilitarán el tránsito de los vehículos y acortarán el tiempo de recorrido en una hora y media, en vista de que, por las condiciones generales de la vía, el desplazamiento entre Tibú y La Gabarra superaba las cuatro horas cuando el tiempo es seco.
Alberto Escalante, alcalde de Tibú, celebra los trabajos en ese trayecto, considerado un eje vial estratégico para productividad de esa región.
Por eso, el mandatario ha instado al Gobierno Nacional para que se dispongan recursos por el orden de 90.000 millones de pesos, los cuales son necesarios para rehabilitarla completamente.
“La vía le devolvería la productividad a toda una región que ha sido muy golpeada por la violencia y ha permanecido en el olvido del Estado (...); desde hace muchas décadas se empezó a discutir el tema de la vía, y solo ahora se escuchó el eco y los ojos del Estado voltearon a mirarla”, dijo el alcalde.
La carretera, con su construcción, ha permitido afianzar los lazos de amistad entre la Fuerza Pública y la población, que siente la transformación de la zona que rodea la vía.
“La comunidad ha arropado a la gente que le está mejorando la vía”, concluyó el alcalde Alberto Escalante.
CÚCUTA