El Gobierno quiere que haya límites de tiempo en el diálogo político con los líderes del ‘No’ para superar con prontitud la incertidumbre que hay en torno al proceso de paz. (Lea también: Santos prolongó cese del fuego con las Farc hasta el 31 de octubre)
Por eso, y siguiendo instrucciones directas del presidente Juan Manuel Santos, la comisión oficial encargada de realizar esos acercamientos comenzó contactos desde la tarde del lunes con los delegados del Centro Democrático y otros voceros del ‘No’ para intentar diseñar una agenda que acelere este proceso político de concertación.
“No podemos prolongar este proceso ni este diálogo por mucho tiempo, porque estamos en una zona gris, una especie de limbo que es muy riesgoso y peligroso”, advirtió este martes en la noche desde la Casa de Nariño el propio presidente Santos tras anunciar que el cese bilateral del fuego se prolonga por decreto hasta el próximo 31 de octubre.
Inicialmente, esta tregua iba hasta la refrendación de los acuerdos (que debió darse el pasado 2 de octubre), pero, como no la hubo, decidió prorrogar la medida hasta el fin de este mes. (Además: 'Pedimos celeridad para evitar efectos negativos en la economía')
Mientras tanto, la canciller María Ángela Holguín, miembro de la comisión oficial del Gobierno, aseguró este martes que para diseñar la agenda “no debería pasar mucho tiempo” y dijo que en el Gobierno están a la espera de que quienes lideraron el ‘No’ para el plebiscito presenten el listado de temas que tienen previstos y discutir y “que seguramente habrán trabajado desde hace un tiempo”.
Justamente, la reunión de este miércoles del presidente Santos con el senador Álvaro Uribepermitirá que se definan las posibilidades de agilizar este proceso. (También: Las reuniones que nunca se dieron entre Santos y Uribe)
Este asunto no es menor para el Gobierno. No es solo el tema del cese bilateral, sino que la canciller Holguín confirmó que como no hubo refrendación de lo acordado, toda la ayuda internacional que estaba prevista que llegara para el posconflicto quedó congelada. Y recalcó que la determinación de modificar lo negociado en La Habana es “más” una decisión de las Farc.
“En este momento no tenemos acuerdo de paz porque debía ser refrendado por el pueblo colombiano, y eso no pasó”, enfatizó la Canciller, quien precisó que ahora “la responsabilidad está en los colombianos y las fuerzas políticas que se movieron porque no estaban de acuerdo con los acuerdos”.
Su inquietud se funda en que este martes, antes de concertarse la reunión de Santos y Uribe, pareció haber un amago de dilación de los compromisarios del Centro Democrático.
La Canciller afirmó que el ministro de Defensa, Luis Carlos Villegas, el otro compromisario oficial, se había comunicado “con dos de los delegados del Centro Democrático para tratar de concertar una cita” y que la respuesta de ellos fue que solamente lo harían una vez que el jefe negociador, Humberto de la Calle, regresara de Cuba.
Esto llevó a que los voceros oficiales alertaran que este diálogo no se puede prolongar indefinidamente y a enfatizar en la trascendencia de lo que está en juego.
El ministro del Interior, Juan Fernando Cristo, también insistió en la prontitud con la que debe resolverse este diálogo nacional por la paz.
Para el funcionario, este es un tema que “no se puede prolongar en el tiempo” ni que pueda “tomar meses o hasta el año entrante”.
“Están en juego la paz del país, el cese bilateral del fuego que acordaron el Gobierno y las Farc y los acuerdos de paz”, advirtió Cristo.
Los uribistas
Sin embargo, algunos congresistas del Centro Democrático tienen otra lectura. El senador Alfredo Rangel afirmó que los tiempos de la renegociación del acuerdo dependen “únicamente del Gobierno, que es el que tiene la potestad y la autoridad de prolongar esa renegociación”.
“Lo que hará el Centro Democrático será contribuir a que se cumpla con el mandato popular de renegociar”, dijo el congresista uribista.
El representante a la Cámara por el Centro Democrático Edward Rodríguez dijo que lo principal es trabajar en dos aspectos: primero, “evitar” que se genere más violencia, lo que a su juicio se puede resolver “tramitando una amnistía lo más amplia posible para los guerrilleros rasos”, y segundo, “pensar” qué va a ocurrir con quienes cometieron crímenes de lesa humanidad.
“En este último punto hay que dar un tiempo prudente para diseñar un buen sistema. Pero, en definitiva, el Gobierno será el que definirá los tiempos”, afirmó Rodríguez.
Pese a esto, no se puede perder de vista que la cita de hoy entre Santos y Uribe podría darle un empujón definitivo al diálogo nacional por la paz, el cual será la base para renegociar lo pactado en La Habana.
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