Una vez más, el Fondo Monetario Internacional (FMI) encogió su expectativa con la economía colombiana. Si en julio pasado apostaba porque la expansión de la producción lograría 2,5 por ciento, ahora, en su reunión anual en la cual revisa sus proyecciones de crecimiento de las economías del mundo, bajó su previsión para nuestro país a 2,2 por ciento.
La cifra coincide con otras que hay en Colombia, como la de Anif, cuyo argumento es la desaceleración de sectores jalonadores, como los de la construcción y el agro, al igual que la caída de la minería a niveles negativos.
Para el FMI, entre tanto, la principal razón para la reducción en la previsión son las políticas macroeconómicas más estrictas (aumento de tasas de interés y control al gasto público), mientras que para el 2017 calcula que en Colombia el crecimiento económico se acelerará de nuevo, para situarse en el 2,7 por ciento.
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Un aspecto clave de la revisión de las previsiones del FMI es el hecho de que la inflación, para el año entrante, no entrará todavía en la senda del rango meta propuesto por el Banco de la República (entre 2 y 4 por ciento). Para el 2016, según el FMI, la previsión del índice de precios al consumidor (IPC) será de 7,6 por ciento, y de 4,1 por ciento en el 2017.
La expansión de la producción en el 2017, de acuerdo con los pronósticos del organismo internacional, tampoco es tan significativa: de 2,7 por ciento, mientras que solo en el 2021 el FMI prevé un crecimiento del 4 por ciento.
Frente a los vecinos
La entidad proyectó una contracción de 0,6 por ciento en el producto interno bruto (PIB) de los países latinoamericanos y caribeños, lo que indica una caída mayor al 0,4 por ciento previsto en julio.
Entre tanto, la expectativa mundial la mantuvo sin cambios: en 3,1 por ciento para el 2016.
Cabe destacar que el mayor arrastre para el rezago de la producción en América Latina y el Caribe lo pone Brasil, por el tamaño de su economía. Desde ese pronóstico, descontando cuatro economías de América Latina de las que el Fondo tiene una proyección negativa: Venezuela (-10 %), Ecuador (-2,3 %), Brasil (-3,3 %) y Argentina (-1,8 %), Colombia se ubica en el puesto 11 de 13 países que sí logran crecer dentro de la región.
Así, la mejor expectativa es para República Dominicana (5,9 %) y la segunda para Panamá (5,2 %).
Por encima de nuestro país también están países cercanos como Perú y Bolivia (ambos con 3,7 %), mientras que por debajo de las previsiones para Colombia se encuentran vecinos como Chile (1,7 %) y México (2,1 %).
¿Y el desempleo?
Con base en los estimativos del FMI, aunque el desempleo se mantendrá en un dígito en el 2016, la incertidumbre ante lo que está sucediendo en el país hará que no se dinamice este indicador. La cifra prevista para el cierre del año es de 9,7 por ciento.
Hay que recordar que la tasa de desempleo más reciente, reportada por el Dane, fue la de agosto, en 9 por ciento.
Para el próximo año, si bien habrá una mejoría, será muy leve, pues el indicador se ubicará en 9,6 por ciento, de acuerdo con los pronósticos del FMI.
Tampoco pinta bien el panorama para el balance en la cuenta corriente de Colombia, que seguirá descuadrado, producto de la crisis exportadora, que ha llevado a una pérdida cercana al 50 por ciento del valor exportador del país durante 2013-2016, según cálculos de Anif.
Justamente, este es uno de los temas que preocupan a calificadoras como Fitch, que han hecho un llamado al Gobierno para que tome las medidas que intenten corregir este indicador.
Para el organismo internacional, la previsión en este sentido es de -5,2 por ciento como porcentaje del PIB, y en el 2017, de 4,2 por ciento. A julio de este año, el balance deficitario en la cuenta corriente del país era de 5,6 por ciento.
Así, el futuro económico sigue a la expectativa de una reforma tributaria que permita dar una señal de responsabilidad fiscal internacionalmente, y recuperar recursos para estabilizar los indicadores que así lo requieren.
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