Una de las tabernas más visitadas de Úbeda, al sur de España, se llama Calle Melancolía. Una pared enorme de la ciudad alberga un mural pintado por el artista Miguel Ángel Belinchón, Belín, que representa la cara de Joaquín Sabina, personaje adorado en su tierra natal. Las casas de alfarería crean bombines de cerámica, similares al que lleva el cantautor.
En septiembre todo se alborota en torno a las jornadas Sabina por aquí, que incluyen conciertos y un concurso que premia a quienes mejor interpreten canciones del hijo predilecto.
Nada de esto es de extrañar en la tierra donde nació uno de los cantautores favoritos de los españoles. Pero la nota especial de este año la marcó un muchacho de La Calera (Cundinamarca), Juandas, que ganó el premio que otorgó el público en el concurso de la tercera edición de Sabina por aquí. Los presentes, por mayoría, votaron por él con papeletas anónimas. El jurado premió al onubense Alejandro Rivera.
Juandas envió a la organización un video donde mostraba su interpretación de tres canciones de Sabina y una de su propia creación. Era el requisito que debían cumplir todos los aspirantes. De los 47 recibidos, escogieron a cinco finalistas, entre los que se encontraba él.
“Fue el único colombiano que participó este año”, dice Natalia Expósito, miembro del colectivo Peor para el sol, organizador de las jornadas, junto con la Fundación Huerta de San Antonio: “También hubo aspirantes de Argentina, México, Ecuador, El Salvador, Costa Rica y España”.
Se podría decir que la primera vez que Juandas salió de Colombia lo hizo de la mano de Sabina. “Ha sido una locura”, asegura. “Se ha confabulado todo: viajar con algunos familiares que me han apoyado, conocer gente maravillosa que comparte mi gusto por la música-poesía y la emoción tremenda de haber ganado el concurso”. Juandas interpretó Con la frente marchita y La rubia platino, de Sabina, además de 20 octubres, compuesta por él.
Se llama Juan David Sánchez y estudia música en la Universidad Javeriana. Vive en La Calera, donde nacieron sus padres y sus abuelos, muy cerca de Bogotá. Allí tiene una banda con algunos amigos, aunque también es solista.
Compuso la primera canción a los 13 años. “Desde entonces me ha gustado esa manía de tomar papel y la guitarra y empezar a tocar y escribir letras, contar historias y sensaciones”, confiesa. De niño estudió piano en la Universidad Nacional y toca varios instrumentos: batería, bajo y la guitarra, su ‘novia’, según dice. “Como buen compositor, todos los toco mal”, asegura.
El premio del concurso fue donado precisamente por Sabina. Consiste en mil euros (cerca de tres millones y medio de pesos) y la posibilidad de grabar cinco canciones en el estudio privado del cantautor. “Vendré el próximo año a grabar en su casa en Madrid y seguramente aprovecharé para gestionar una gira en España”, cuenta Juandas.
JUANITA SAMPER OSPINA
Corresponsal de EL TIEMPO