México, 23 de septiembre. Todo comenzó por un simple descuido, Mauro Alberto Miranda, de 29 años, perdió las llaves de su carro por lo que tuvo que pedir un servicio de Uber para llegar a su destino.
Para su sorpresa, al solicitar el servicio recibió una notificación donde se le informaba que su conductor padecía de discapacidad auditiva, frente a esto, tenía la opción de cancelar o seguir con el viaje. Sin pensarlo decidió aceptarlo.
“Me senté y lo esperé 10 minutos. Llegó por mí, me recibió con una sonrisa y me subí al carro. El conductor José Guadalupe me agradeció por ser paciente. Hablaba muy bien y me entró mucha curiosidad por saber qué tipo de discapacidad auditiva tenía, fue cuando me dijo que no escuchaba nada pero podía leer los labios y entenderme con señas”: aseguró Mauro.
Para su sorpresa, el conductor del vehículo le contó que diariamente un gran número de personas rechazan el servicio debido a la dificultad que podrían tener para comunicarse con él.
“Se me hizo bonito de su parte que iba súper arreglado. El carro estaba muy presentable, llevaba agua y dulces para los usuarios”, dice.
Días después, el usuario decidió compartir en redes sociales su buena experiencia con José Guadalupe. Hasta el momento la publicación ha sido compartida más de 100 mil veces y su mensaje se repite en diferentes lugares de Latinoamérica, todo con el mismo propósito, dar un mensaje de inclusión.
“Vi reflejado a mi papá en él y pensé, qué feo sería que mi papá se levantara todos los días con ganas de salir adelante y que la gente lo rechazara”, asegura.
SILVANA SÁNCHEZ
Unidad de Redes Sociales ELTIEMPO