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Víctima y victimaria hablan de su experiencia en el plebiscito

Víctima y victimaria hablan de su experiencia en el plebiscito

El testimonio de dos mujeres que desde dos orillas opuestas votaron en el plebiscito.

02 de octubre 2016 , 10:17 p. m.

Blanca Flórez, una mujer santandereana de 60 años, víctima del conflicto armado, votó este domingo en la localidad de Ciudad Bolívar en Bogotá por el ‘No’. En ese mismo momento, Catalina Rojas*, una desmovilizada de 28 años, votó por el ‘Sí’. Estas dos mujeres que han vivido las consecuencias de la guerra desde diferentes orillas participaron en la histórica votación de este 2 de octubre en donde ganó el ‘No’.

“Mi hijo desapareció el 18 de nov de 1997 en Bogotá. Ese mismo día empezamos a recibir llamadas en las que nos pedían dinero a cambio de regresarlo con vida. Días después se presentaron como miembros de las Farc y aseguraron que tenían a mi hijo en el Caquetá”, cuenta Blanca con su voz entrecortada por el dolor que le produce recordar la última vez que vio a su hijo, hace ya casi 20 años.

Jesús Antonio Rodríguez Flórez tenía 24 años cuando desapareció. Era juez de peleas de gallo, una pasión que adquirió desde pequeño. Además tenía un hijo de 4 años y le ayudaba económicamente a su madre con el sostenimiento de sus tres hermanos menores.

En el momento en que Jesús cumplía casi 3 años desaparecido, Catalina, una campesina de tan solo 13 años tomaba la decisión de entrar a las Farc buscando mejores opciones de vida y con la esperanza de ayudar a su familia. “Mi familia sufrió demasiado, mi papá me buscó muchísimas veces y nunca estuvo de acuerdo con mi decisión. Desde que entré a las Farc no volví a saber ni de mi papá ni de mis hermanas, pero yo creía en ese momento que lo que estaba haciendo era lo mejor para todos”, asegura Catalina quién hizo parte durante 8 años de la Columna Móvil Teófilo Forero, en el Caquetá.

Por su parte, Blanca seguía buscando a su hijo, y en una de esas llamadas, un hombre le aseguró que el joven se encontraba en el municipio de Yurayaco en el Caquetá, así que decidió viajar hasta allí, pero luego de algunos días en la región nadie le dio respuesta sobre su paradero. En otras oportunidades viajó al Putumayo e incluso estuvo en San Vicente del Caguán durante los diálogos de paz del expresidente Andrés Pastrana. Allí habló con algunos guerrilleros quienes le indicaron que lo buscara en el departamento del Huila, sin embargo, tampoco tuvo información sobre su hijo en esta región. En uno de esos viajes por estas regiones del país fue retenida durante más de un mes por las Farc. “Debo confesar que allí no aguanté hambre y me dieron un buen trato. Cuando se dieron cuenta que no representaba un peligro y que solo estaba en búsqueda de mi hijo me dejaron ir. A estos lugares no volví a ir por falta de dinero, más no por miedo, porque nunca me he dejado invadir por ese sentimiento”.

Mientras Blanca recorría el país, Catalina planeaba desmovilizarse. “Muchos de mis compañeros habían muerto, así que pensaba que la próxima podría ser yo. Además, empecé a sentir que no estábamos haciendo nada y quería reencontrarme con mi familia, por eso tomé la decisión de desmovilizarme hace 8 años”.

Catalina comenzó a estudiar por las noches para terminar el bachillerato y a trabajar en el día. Después de dos años, y graduada de bachiller, estudió producción audiovisual sin encontrar muchas posibilidades laborales. Por eso, decidió estudiar derecho, carrera en la que actualmente cursa séptimo semestre. Además, la vida le dio a Catalina la oportunidad de formar su propia familia. Está casada, tiene un hijo de un año y una vez se gradúe planea especializarse en derecho administrativo.

“Yo voté por el ‘Sí’ porque pienso que a las personas no se les puede juzgar sin darles una oportunidad. Algunos dicen que las Farc mienten pero pienso que tenemos que partir de la buena fe de las personas y creer que Colombia debe ser para todos. Los que se matan en el campo de batalla también son colombianos y merecen ser incluidos dentro de la sociedad”.

Catalina afirmó que si ganaba el ‘No’ era como si el país se devolviera en el tiempo y los colombianos reafirmaran su intención de seguir viendo a las Farc en el monte, en una guerra en la que se mata a los hijos de los menos favorecidos.

Por otro lado, Blanca está dedicada a su labor con la organización ‘Los que faltan’, ayudando a todas las madres que buscan a sus hijos desaparecidos.

Ahora que se conocen los resultados en los que el que el ‘No’ ganó con un 50, 3% frente al ‘Sí’ que obtuvo el 49, 7 % de los votos, Blanca asegura que le es indiferente la decisión. “Yo no soy partidaria de la guerra, solo quiero que me entreguen a mi hijo y poder tener paz en mi corazón”. A pesar de sus diferencias, ambas mujeres coinciden en la necesidad del perdón y la reconciliación.

*Nombre cambiado a petición de la fuente

DIANA RINCÓN y MANUELA POLO

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