El futsal argentino vive un sueño único e inolvidable: el sábado se proclamó por primera vez campeón de un mundial, y lo hizo en Cali, al vencer en la final a Rusia, un título histórico que lo convierte en rey en una categoría en la que solo Brasil, en cinco ocasiones, y España, en dos, habían sido los únicos campeones.
El sábado, el conjunto albiceleste, dirigido por Diego Giustozzi, venció 5-4 a Rusia y se quedó con la corona. La mejor actuación de Argentina en esta disciplina había sido el cuarto puesto que logró en el Mundial de Taiwán 2004.
“El nivel se igualó hacia arriba”, dijo el entrenador argentino, y agregó: “Juego mundiales desde el año 2000 y antes los partidos terminaban por goleada hasta las semifinales. Ahora el deporte se globalizó y se profesionalizó; tanto en las ligas como en las selecciones se trabaja y ya nadie marca tantas diferencias como antes. Brasil y España no perdieron porque tuvieron un mal día o pegaron 20 tiros en los palos: perdieron porque fueron superados por equipos que hoy son mejores que ellos”. Brasil fue eliminado en octavos de final por Irán en los penales y España cayó en cuartos 6-2 ante Rusia.
Pero Argentina, que en los últimos dos años ganó la Copa América y venció por primera vez a Brasil, logró su sueño: es campeón mundial, en un torneo que fue éxito.