Medellín siempre ha sido un destino de escapada. Hoy, como destino turístico, pero dos décadas atrás, era para escapar de la capital antioqueña por su inseguridad.
Sin embargo, ese pasado de violencia que estigmatizó a la ciudad, es ahora el motor para fomentar el sector turístico.
En la VII edición del Salón de Producto Turístico, realizado por el Bureau, la agencia Golden Travel fue uno de los productos ganadores con la ‘ruta del nunca más’.
Se trata de una ruta turística en la que se lleva a los visitantes a zonas de Medellín como Aranjuez, Manrique y Santa Cruz, barrios que por años fueron golpeados por la problemática de sicariato, y que ahora quieren convertir en atractivos turísticos mediante programas de arte y cultura.
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Durante la experiencia, los turistas escuchan de primera mano testimonios de las víctimas de la violencia con el fin de dar a conocer la historia y que no se vuelva a repetir.
“Nos vimos tentados a hacer esta nueva ruta ya que el país está viviendo una situación en la que se debe mostrar una nueva realidad en la ciudad comparándola con lo que fue”, explica Adolfo Mejía, gerente de la agencia.
Añade que Medellín ha sido vendida al mundo con el tema de la violencia a través de ‘narcotelenovelas’ y series, lo que influye en la ciudad y “nos lleva a contar la historia desde otro un ángulo cultural. En turismos estamos obligados a realizar este turismo para contarla de una manera más divertida lo que es difícil porque es un tema muy vulnerable y por eso hay que saber hacerlo”.
Indica que para finales de este mes ya está listo el primer grupo que realizará la ‘ruta del nunca más’.
Así será el tour
El recorrido se inicia a las 8 de la mañana en el parque Bicentenario (barrio Boston). Allí se visitaría el Árbol de la Vida, un monumento que está hecho con más de 27.000 armas blancas durante una jornada de desarme que se hizo en la zona.
Posteriormente se ingresa a la Casa Museo de la Memoria, donde se tiene el primer contacto con la memoria.
“Yo creo que la casa habla por sí sola. Es algo impresionante escuchar y ver el testimonio de familiares que cuentan su historia y la de las víctimas o desaparecidos”, cuenta Mejía, quien añade que el recorrido incluye una visita el jardín iluminado donde están las personas desaparecidas y luego el monumento a Gandhi, ubicado a las afueras. Allí se hace una reflexión a la paz.
Una vez terminado, se continúa con un recorrido por las comunas nororientales de Medellín. Comenzando por el barrio Aranjuez, Manrique y Santa Cruz, donde se relatará la historia del sicariato en Medellín y cómo esta se volvió una empresa donde se cambiaban muertos por motos o casas.
“El testimonio que nos dan es uno bonito, de transformación. Y es dado por personas del sector que trabajan por la cultura. Allí, donde se veían bandas de sicarios, ahora veremos bandas de rap”, cuenta el directivo de Golden Travel.
El siguiente destino es el Museo Cementerio San Pedro. En ese espacio de muerte, la historia vive. Y lo hace mediante una combinación folclórica y llamativa que muestra las dos caras de la ciudad.
Una es la parte histórica, en la que se aprecian panteones y mausoleos de personajes y líderes influyentes en la historia política nacional como los expresidentes: Mariano Ospina Rodríguez, Carlos E Restrepo y Pedro Nel Ospina. Así como comerciantes y empresarios como José María Sierra ‘Pepe Sierra’.
Y la otra parte es la que se refleja la violencia de la ciudad. Mejía explica que en ese camposanto hay corredores donde se puede percibir el escenario de los jóvenes muertos y cómo eran.
“El número es impresionante, tanta gente joven muerta por el sicariato. Muchas de las tumbas muestran la idiosincrasia de quiénes eran. Cada una refleja la personalidad del muerto, unas con el escudo o bandera de su equipo de fútbol favorito; otras con fotos de la moto, de la familia o lo que más les gustaba”, dice el funcionario.
Golden Travel, la agencia que ofrece la ruta ofrece dos parquetes: El tour local, que se hace solo Medellín, tiene un costo de 65.000 pesos por persona, para un mínimo de 4 personas.
La otra opción es el Tour regional, que incluye la visita a los municipios del Oriente. El valor para 4 personas 285.000 pesos por persona para un mínimo de 4 viajeros. El recorrido incluye alojamiento, desayuno, almuerzo, cena y guías especializados.
Mejía añadió que también está disponible para 6,8, 16 y 25 personas. Entre más aumente el número de viajeros, el costo por persona disminuye.
Con esta apuesta, la empresa espera tener un crecimiento económico de 25 por ciento en el primer año. Asimismo, esperan que las instituciones educativas que ofrecen programas de Turismo, adopten la ‘ruta del nunca más’ como una forma de mantener viva la historia.
Crece la industria
La internacionalización que ha tenido Medellín le ha valido ser galardonada con distinciones como La Ciudad Más Innovadora del Mundo (2012), el Lee Kuan Yew World City Prize (2016), considerado el ‘Nobel de las ciudades’; el ‘Mejor Destino de Escapada’ de Suramérica (2016), entre otros. La última distinción la obtuvo a mediados de este año.
La capital antioqueña recibió el premio World Travel Awards 2016 en la categoría 'South America's Leading City Break Destination' (mejor destino de escapada en Suramérica), el cual la reconoce como líder para pasar vacaciones que combinen cultura, buen clima, gastronomía y entretenimiento.
Acorde a cifras de datos migratorios, 154.878 viajeros extranjeros llegaron a la ciudad entre enero y julio de este año, lo que representa un incremento del 60 por ciento comparado con los 96.946 que estuvieron durante el mismo periodo de tiempo en 2015.
Según el Bureau, esa cifra indica además, que Medellín creció a un ritmo más acelerado que el promedio mundial y de las Américas, que fueron del 4 y 5 por ciento respectivamente según la Organización Mundial del Turismo.
La memoria también viaja hasta el Oriente
En Granada se visita el Salón del Nunca Más, un espacio en el que obras artísticas, fotografías y bitácoras de quienes sufrieron la violencia -y cuyos rostros fueron puestos allí por sus seres queridos- sirven de anfitriones para los visitantes.
“Ellos cuentan la historia cruda de cómo casi desaparecen, de cómo tenían que hacer colectas para pagar el impuesto al Estado para que este no los olvidara. Ellos no vivían, sobrevivían”, narra Mejía.
Añade que hay familias que tienen hasta ocho muertos en ese salón. Y califica de “impresionante” la forma en la que las personas cuentan su historia, con la memoria intacta de sus seres queridos a quienes saludan en las fotografías como si estuvieran de manera corpórea.
![]() En el Oriente antioqueño hay paisajes naturales que aún no han sido potenciados para el turismo de naturaleza y ecológico. Archivo / EL TIEMPO |
Incluso, dice el experto, hay quienes les tienen un diario a sus muertos, a los que les escriben semanalmente como una forma de no olvidarlos.
A diferencia de la conocida Ruta de Pablo Escobar, Mejía no considera esta ruta como morbosa, sino como una “que llega al alma, que toca sentimientos. No es enfocarse en un autor sino en quienes fueron víctimas y que ahora ven en la tragedia, una oportunidad para salir adelante”.
Tras dejar Granada, se inicia una ruta paisajística por donde antes no se podía transitar. Llenos de ríos, cascadas, cultivos. Escenarios poco antes vistos por ser espacios con presencia guerrillera.
Sobre las 3 de la tarde se llega a San Carlos, específicamente a los balnearios donde los visitantes tendrán una tarde de relajación, un momento para disfrutar el presente tras haber revivido un difícil pasado.
“San Carlos tiene una linda historia de supervivencia. Pasó de tener una población de casi 20.000 personas en el 2.000 y en el 2003 bajó casi a 4.000 por el desplazamiento. Estuvo a punto de desaparecer”, dice Mejía, quien añade que esa zona, que era 80 por ciento minada, es ahora uno de los primeros en Colombia libre de sospecha de minas desde 2012.
Eso, permite el acceso a inexplorados parajes paisajísticos como cascadas de aguas cristalinas y senderos ecológicos, lo que hace del municipio un potencial destino turístico de naturaleza.
Tras el descanso y la cena, ya sobre las 9 de la noche, la gente del pueblo interactúa con los turistas mediante el ‘Rito de la iluminación’, ceremonia en la que se hace un recorrido con velas desde el parque principal hasta el Jardín de la Memoria donde estas se depositan.
Todo el recorrido, aclara Mejía, es acompañado por autoridades de turismo del municipio.
Se pasa la noche en el pueblo y al día siguiente se hace un recorrido por el mismo para luego repetir el trayecto paisajístico hasta Guatapé.
“Allá también recordaremos cómo se acabó el turismo en ese Municipio, una actividad que lo significaba todo. El 80 por ciento de los hoteles llegaron a desaparecer porque los pocos turistas que llegaban eran ‘vacunados’.
DAVID ALEJANDRO MERCADO
Redactor de EL TIEMPO