Por primera vez, en 52 años, la sirena de emergencia de la Institución Educativa municipal de El Palo, norte del Cauca, no sonó para alertar a sus habitantes sobre un nuevo enfrentamiento entre el Ejército y las Farc, esta vez sonó para llamar a su pueblo a votar.
Alrededor de 1.200 personas habilitadas salieron a votar desde muy temprano con una sola palabra en mente: la paz. Sin embargó, el 69,22 por ciento de los sufragantes que votaron en favor de los acuerdos entre el Gobierno y las Farc vieron sus deseos de para el conflicto armado ante el triunfo del 'No' en el país.
Las banderas blancas y los mensajes de cambio adornaron las hoy tranquilas calles del corregimiento, dónde el comercio se ha reactivado y los campesinos regresaron a vender sus productos al parque principal.
Con pasos lentos, apoyado en su bastón pero con andar firme, Alfredo Castro un campesino de 84 años fue el primero en depositar su voto, lo hizo acompañado de sus tres amigos: Barbásco, Oxígeno y Chicunguya, perros criollos que levantó en su finca y que siempre están a su lado.
“He esperado 50 años este momento, pensé que moriría sin ver mi país en paz, sin poder volver a trabajar tranquilo sin tener que esconderme de las balas, mi voto fue por mi tranquilidad” dijo Castro.
En las calles de los municipios y veredas del departamento, el ‘Sí’ mostró una amplia ventaja en relación a los que votarían ‘No’ en el plebiscito, todo obedece, según sus pobladores, a que ellos han vivido en carne propia en conflicto y su anhelo es no volver a repetirlo.
Por su parte, Gerardo Barona, representante de derechos humanos de la comunidad campesina, reseña que desde hace cuatro años que inició el proceso de paz con la guerrilla no han vuelto a salir corriendo a buscar refugio y que no ha sonado un tatuco en los alrededores del pueblo, lo que ha impulsado a la comunidad a apoyar la paz que aumentó con el cese al fuego definitivo.
“Hubiera sido muy extraño que aquí se votara por el ‘No’, por lo menos esta zona ha sido muy golpeada por todos los actores armados, pienso que los que no están de acuerdo con este proceso juegan con la vida de nosotros, ya que ellos no son los que sufren, de ellos está dependiendo nuestra tranquilidad” señaló Barona.
La representación femenina en el Grupo de Seguridad Campesina estuvo a cargo de Rubiela Medina quien, con su bastón de mando en la mano, invitaba a sus compañeros a votar. “Todos queremos la paz, no queremos volver a correr, necesitamos que esto sirva para que el gobierno regrese su mirada a nosotros los campesinos y por fin haya progreso”.
En Corinto, todos vestidos de blanco, se reunieron con su cédula en la mano a las afueras del Instituto Comercial del Cauca (Incodelca) para ejercer su derecho al voto.
“Muy temprano tuvimos inconvenientes por el fluido eléctrico que se vio suspendido por un transformador que se estalló, luego la gran afluencia de público nos obligó a llamar a más encargados para que no colapsara el colegio, pero todo transcurrió con normalidad”, señaló Edward García, alcalde de Corinto.
El alcalde resaltó que desde que hay un cese al fuego bilateral con las Farc no se ha registrado ningún inconveniente con heridos o muerto por armas de fuego, algo histórico para los Corinteños.
En este municipio del norte caucano hubo 17.700 personas habilitadas para votar en 28 mesas instaladas en la cabecera municipal, de las cuales participaron, por mesa, hasta 450 personas.
Selmira Rojas llegó a sus 75 años de edad llegó a votar en memoria de su esposo Fausto, quien murió después de que la guerrilla de las Farc atacaran el pueblo, el hombre que murió hace cinco años por las consecuencias que dejó el un impacto de un tatuco en su vivienda era su mayor adoración.
“No habíamos comido aún, era de noche, cuando nos sorprendió la bomba, él quedó herido y al año siguiente murió, yo confío en Dios que con mi voto se pueda cambiar el país por uno en paz”, señaló la anciana.
La victoria del 'No'
Después de las 4 de la tarde, y con el paso de los resultados arrojados por la Registraduría en los boletines oficiales, la música que se escuchaba en cada esquina se fue apagando lentamente, las personas en las calles se miraban entre sí confirmando la noticia que para algunos era desgarradora: ganó el 'No'.
Camilo Caro, propietario de un local donde funcionan las cabinas de internet cerca al parque de Corinto, aún no salía del asombro cuando apareció el boletín final, dijo que esperaban todo lo contrario pero que a pesar de todo, la esperanza no se podía perder.
“Hay un acuerdo, hay algo pactado, esperamos que esto no tire todo a la basura y que se piense en nosotros, los que soñamos con algo mejor, no queremos volver a vivir el dolor de siempre, el dolor que ya se había ido” reseñó,
En Corinto, 8.189 personas sufragaron en la cabecera municipal y los diferentes corregimientos, de los cuales 5.669 votaron por el ‘Sí’ y 2.520 por el ‘No’ representados en el 69 y 30 por ciento respectivamente.
“Muchas personas tienen cultivos ilícitos, a nosotros nos dijeron que si ganaba el ‘Sí’ eso se acababa y después ¿de qué vamos a comer?, lamentablemente era esto lo mejor para muchos” Dijo María Ulcué.
La tarde pasó rápidamente después de las 4 de la tarde y la noche llegó en Corinto, donde en la estación de bomberos se quedaron sin disparar los cohetes y demás pólvora que habían comprado para celebrar la victoria del sí.
“Estas eran las últimas explosiones que queríamos aquí, las de la celebración, ahora toca esperar”, señaló uno de sus integrantes.
MARIO BAOS
Enviado especial de EL TIEMPO
CORINTO (CAUCA)