Llevar a la pequeña pantalla a un clásico del cine como ‘El exorcista’ era una apuesta muy arriesgada, pero al ver el primer episodio de la producción (que acaba de estrenarse, los viernes a las 10 p. m., por el canal FX), esta versión televisiva logra atrapar por su interés de ofrecer nuevos caminos para afrontar el tema esencial que aterró a millones: la posesión diabólica.
Ese es el aspecto más relevante de este proyecto que parece asentarse más en aspectos policíacos y de suspenso para fortalecer el horror que destila el conflicto entre el bien y el mal, a la par con un ambiente denso y doloroso reflejado en personajes dominados por conflictos morales y personales.
El exorcista televisivo se alimenta de otra época, pretende más drama y asume el principio esencial de la historia de William Blatty: una naturaleza humana fracturada que se sirve en bandeja de plata para la manifestación del mal.
Sin embargo, hay un camino largo que recorrer para convencer a los puristas y seguidores incondicionales de la película original de 1971. Recordemos que las películas que le siguieron a esta joya del terror no tuvieron el mismo impacto en el cine; a la par que propuestas como ‘Damián’ (inspirada en la cinta ‘La profecía’) no logró pasar de una temporada en la pequeña pantalla.
Lo que uno espera es que ‘El exorcista’ mantenga esos niveles de producción y no caiga en el error de apostar demasiado al primer episodio y evidenciar sus falencias en los siguientes. Si mantiene el equilibrio y logra pulir algunos momentos de susto sin caer en el lugar común, va a ser una pieza interesante y con luz propia dentro de la famosa oscuridad emocional que propuso en su momento el realizador William Friedkin con el primer filme.