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Los técnicos, las nuevas estrellas que superan a sus estrellas

Dejaron de ser simples entrenadores para convertirse en famosos que ganan millones al año.

PABLO ROMERO
Puede que los futbolistas sigan siendo los dueños del protagonismo. Los que ganan más millones, los que hacen los goles, los que los evitan. Pero los técnicos, ajenos a la pelota, polémicos, iracundos, arrogantes y hasta carismáticos, se han ido convirtiendo en las otras estrellas. También ganan millones, también son perseguidos por las cámaras, también tienen miles de fanáticos. Se volvieron, como muchos futbolistas –e incluso más que algunos de ellos–, personajes famosos, celebridades.
José Mourinho, Pep Guardiola, Diego Simeone, Jürgen Klopp... son algunos de los entrenadores más afamados del momento. Conducen a los clubes más importantes del mundo, tienen sueldos millonarios, ocupan portadas diarias en los principales medios deportivos. Son noticia si hablan y si no lo hacen. Pero además, son técnicos con una personalidad única, definida, controversial, que los hace diferentes y, por lo tanto, llamativos.
Su prestigio ha superado el nivel futbolístico. Están al nivel de mandatarios y estrellas de cine. Su vida privada es seguida al detalle por la prensa rosa. Son íconos culturales y hasta del espectáculo. Por ejemplo, Mourinho tiene una réplica de su imagen en el famoso museo de cera Madame Tussauds, de Londres, y fue elegido rockstar del año en el 2011 por la edición española de la revista Rolling Stone. A sir Alex Ferguson le erigieron una estatua al frente del estadio Old Trafford, en Manchester. Carlo Ancelotti está en el Salón de la Fama del fútbol italiano. Pep, Mourinho y Klopp aparecerán en Fifa 17, videojuego de la compañía EA, un espacio que hasta ahora estaba dedicado a los futbolistas.
Los técnicos ahora son estrellas. Y así mismo cobran. Según FootRoom, medio inglés especializado en deportes, Guardiola cobra más de 21 millones de dólares anuales en el Manchester City, la remuneración más alta de un entrenador en Europa, y Mourinho, 18,5 (ver gráfico). Justamente, la presencia de estos dos DT en la Premier League ha sido tan llamativa que ha eclipsado la importancia de los futbolistas.
“Creo que el vedetismo y la importancia de los técnicos crecieron a medida que los futbolistas fueron perdiendo identificación con sus clubes. Vinieron a ocupar un lugar, a ser jefes de una tropa que muchas veces no conecta con los hinchas por ser aves migratorias. Y ahí aparece el DT, que se la pasa rearmando planteles, distribuyendo energías por acumulación de competencias, atendiendo cada vez más a la prensa. Es un fenómeno que lleva 15 o 20 años”, opina Claudio Mauri, periodista de La Nación de Argentina.
DT ‘celebrities’
Los técnicos dejaron de ser simples orientadores de sus equipos. Han asumido tal importancia que están siendo más importantes que muchos futbolistas. De hecho, les gusta servir de ‘pararrayos’ para absorber toda la presión y blindar a sus jugadores frente a la crítica. En eso, Mourinho y Guardiola son expertos.
Toda esta importancia se debe en gran parte a su exposición mediática. Ellos han creado su propia fama a partir de su personalidad, ayudados por el poder mediático y de las redes sociales. Para Ómar Rincón, crítico de TV, los técnicos están encajando en ese mundo de las estrellas. “El siglo XXI llegó con el concepto de que el mundo de las celebridades se tomó la comunicación pública en todos los términos. Todo se volvió un cielo de celebridades.
Comenzaron a aparecer los DT celebrities, los jugadores y periodistas celebrities. Es una lucha en la que la TV y las redes construyen una nueva figura pública”, dice Rincón.
Técnicos como Guardiola y Mou ya tiene su fama, pero la nutren a diario con el poder mediático. “Si no tienes medios y redes y no tienes exposición pública masiva, no puedes ser un celebrity. Además, tienen una característica especial: Mourinho provoca; Guardiola se muestra como el hombre bueno. Menotti, hablando de los clásicos, era un tipo especial”, agrega Ómar Rincón.
En el pasado hubo DT estrellas como Menotti, Bilardo, Maturana, por citar los suramericanos. Fueron técnicos que aún hoy gozan de prestigio. No tenían redes sociales, pero siempre tuvieron la atención de los poderosos medios.
“Los medios, en la necesidad de buscar nuevos personajes, les otorgamos poderes especiales a los técnicos, lo cual es un exceso, pero nos resulta cómodo y práctico. ¿Cómo sintetizar un problema o una solución? Pues en el técnico, que nos evita análisis más amplios y complejos. La televisión también hizo lo suyo enfocándolos a cada rato”, agrega Mauri.
Sin embargo, muchos DT, no obstante sus triunfos, tienen menos exposición mediática, y eso pasa porque se blindan ante el espectáculo o no tienen esa chispa. Por ejemplo, Zinedine Zidane, DT del Real Madrid, es una figura pública, pero suele estar ajeno a las polémicas, al escándalo. Así mismo es el italiano Carlo Ancelotti.
¿Sobredimensionados?
Alguna vez al ex-DT, ex- jugador y exdirectivo Jorge Valdano le consultaron si los entrenadores están sobredimensionados. Y contestó: “Los equipos de referencia en el fútbol europeo son verdaderos ejércitos que tienen como figura central al entrenador. ¿Sobrevalorados los entrenadores? Si ganan, sí. Si pierden, no hay profesión más desvalorizada”.
Y es que su fama no los blinda ante la derrota. Los resultados, en el pasado y ahora, siguen siendo inclementes. Bien dijo el escritor mexicano Juan Villoro al referirse a los DT: “El puesto de técnico existe para tener un culpable certificado”. Un equipo como el Real Madrid no aguanta segundos lugares.
Marcelo Bielsa, un técnico prestigioso, pero menos expuesto mediáticamente –opina que es mejor ser prestigioso que popular–, coincide con Valdano. “Vale mientras gana. Si pierde, que lo coman los leones”, dice. Así funciona. El escritor uruguayo Eduardo Galeano también destacó ese destino de los DT. “La maquinaria del espectáculo tritura todo, todo dura poco, y el director técnico es tan desechable como cualquier otro producto de la sociedad de consumo”, dijo en El fútbol a sol y sombra.
Pero así como salen de un equipo, llegan a otro y con la mismo aura de celebridades que cada vez opacan más a los futbolistas. Quizá por eso Valdano destaca tanto el perfil de un DT como Ancelotti, porque, dice, “conoce el lugar que ocupa el entrenador entre todas las variables que crean el fútbol: muy importante, pero nunca por encima de los jugadores”.
PABLO ROMERO
Redactor EL TIEMPO
En Twitter: @PabloRomeroET
PABLO ROMERO
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