¡Hola !, Tu correo ha sido verficado. Ahora puedes elegir los Boletines que quieras recibir con la mejor información.

Bienvenido , has creado tu cuenta en EL TIEMPO. Conoce y personaliza tu perfil.

Hola Clementine el correo baxulaft@gmai.com no ha sido verificado. VERIFICAR CORREO

icon_alerta_verificacion

El correo electrónico de verificación se enviará a

Revisa tu bandeja de entrada y si no, en tu carpeta de correo no deseado.

SI, ENVIAR

Ya tienes una cuenta vinculada a EL TIEMPO, por favor inicia sesión con ella y no te pierdas de todos los beneficios que tenemos para tí.

Archivo

La paz y el mundo

El respaldo de los líderes mundiales al acuerdo para el fin del conflicto en Colombia impresiona.

Eduardo Posada Carbó
De izquierda, centro o derecha. Ya sea del socialista François Hollande, del demócrata Barack Obama o del conservador Mariano Rajoy, el respaldo de diferentes líderes mundiales al acuerdo para el fin del conflicto en Colombia impresiona. Fue también favorable la recepción de la prensa internacional, con algunas excepciones. Y la de entidades como la Unión Europea y, por supuesto, de las Naciones Unidas.
No son, claro está, fuentes de autoridad infalibles. La comunidad internacional puede equivocarse. Sus intervenciones en muchas partes del mundo han sido con frecuencia desacertadas. Sus buenas intenciones se tropiezan con la falta de conocimiento de las circunstancias domésticas. Importa, sin embargo, registrar las reacciones mundiales al acuerdo de paz y sus perspectivas.
“Histórico”: este ha sido un calificativo dado al acuerdo, repetido por The Economist y el presidente Obama. Antes que una valoración, es la constatación de un hecho, tras fallidos y repetidos esfuerzos, intentados por todos y cada uno de los gobiernos, por lo menos desde Belisario Betancur. Han sido, pues, más de cuatro décadas de búsquedas frustrantes, llenas de una tragedia humana indescriptible.
Ahora tenemos enfrente un acuerdo “histórico”. No significa que sea perfecto.
Las recepciones internacionales favorables no son ingenuas. Hay matices: desde el optimismo del Chicago Tribune hasta el respaldo más cauteloso de The Washington Post. Rechazos como los de The Wall Street Journal parecen excepcionales. Las fuentes consultadas por lo general le hacen eco, explícita o implícitamente, a la idea expresada por el jefe del equipo negociador del Gobierno, Humberto de la Calle: “Es el mejor acuerdo posible”.
Es en el campo de las posibilidades, frente a dosis amargas de realismo, donde está centrada la atención. La posibilidad de “un futuro sin guerra”, según El País de Madrid. O como lo dijo Le Monde, de París: “La perspectiva de vivir una vida normal”. Esta “perspectiva de vivir una vida normal” vale mucho más para las nuevas generaciones, a quienes, en palabras de The New York Times, “se les abre el camino para relegar esta guerra a los libros de historia”.
Lo acordado entre el Estado y las Farc tiene mucho ya de conquista –sobre todo en salvar vidas, la razón ética fundamental para darle apoyo–. Pero a esa paz conquistada le sigue un proceso de desafíos, advertidos por los medios citados, que deberán ser abordados por los colombianos. Con un significativo apoyo internacional. La ONU tendrá un papel central. Como lo observó el presidente Obama, los Estados Unidos serán “socios” en las tareas de la paz.
Lo acordado recoge experiencias pasadas, nacionales e internacionales. Las críticas de The Wall Street Journal sirven para prevenir los problemas de Centroamérica. Otros procesos han tenido mejores éxitos. The Observer señaló las contribuciones de la Gran Bretaña, al compartir la experiencia con los acuerdos de Irlanda del Norte. El mismo periódico, como tantos otros, sugiere que lo acordado en Colombia “ofrece un modelo de paz para el mundo”.
“Es un hito de paz para las Américas y el mundo”, escribieron en un artículo al alimón el presidente Santos y Steven Pinker en The New York Times. De hacerse efectivo lo acordado, se habrían dado enormes pasos para erradicar definitivamente la insurgencia revolucionaria en el continente. Pinker, profesor de Harvard, ha identificado una tendencia global reciente a vivir sin guerras, de la que Colombia iba en contravía.
Dejaríamos de ser así una anomalía mundial. Una razón más para la extraordinaria bienvenida internacional con la que se han recibido los acuerdos de paz.
Eduardo Posada Carbó
Eduardo Posada Carbó
icono el tiempo

DESCARGA LA APP EL TIEMPO

Personaliza, descubre e informate.

Nuestro mundo

COlombiaInternacional
BOGOTÁMedellínCALIBARRANQUILLAMÁS CIUDADES
LATINOAMÉRICAVENEZUELAEEUU Y CANADÁEUROPAÁFRICAMEDIO ORIENTEASIAOTRAS REGIONES
horóscopo

Horóscopo

Encuentra acá todos los signos del zodiaco. Tenemos para ti consejos de amor, finanzas y muchas cosas más.

Crucigrama

Crucigrama

Pon a prueba tus conocimientos con el crucigrama de EL TIEMPO