Luego de La chica del tren, la novela de Paula Hawkins que ya cumple más de un año en el listado de los más vendidos en el país, llega a las librerías La viuda, que parece seguir los mismos pasos. De hecho, el periódico The Observer ya lo catalogó como “La chica del tren de este año”.
Su creadora es la inglesa Fiona Barton, periodista de profesión. Y es así que la trama de la novela está inspirada en casos que la propia Barton cubrió en juzgados londinenses.
Así nació la historia de la pequeña Bella Elliot, de dos años, quien desaparece el 6 de octubre de 2006 a las 3:38 p. m., mientras juega en el jardín del frente de su casa. En ese momento, su madre la descuida unos segundos cuando va a la cocina por algo.
A partir de ahí se inicia este “rompecabezas fascinante”, como lo catalogó el New York Times, en especial porque ocurre en el condado de Hampshire, al suroeste de Inglaterra, un territorio de pequeños pueblos pacíficos, en donde no es posible concebir este tipo de desapariciones.
De esta manera, cobran voz Jean Taylor, la esposa ideal del banquero Glen Taylor; la experimentada periodista Kate Waters y el policía Bob Sparkes, quienes van tejiendo la trama.
Jean se verá obligada a enfrentarse no solo a su propia tragedia, al perder a su marido al poco tiempo, sino al escarnio de la opinión pública a través de los medios, luego de que Glen se convierta en uno de los principales sospechosos.
“En un juicio todo sale a flote y lo hace bajo la luz cegadora de la evidencia, sin filtros, sin medias tintas, sin posibilidad de suavizar mensajes, sin disimulos. Inevitablemente, piensas en cómo pueden digerir ese impacto quienes están oyendo esas acusaciones vertidas sobre un ser querido. Alguien que les repite que es inocente y que todo es una tremenda injusticia, mientras por otro lado se presentan esas evidencias arrasadoras”, les comentó Fiona Barton a sus editores, mientras ultimaban los detalles de la novela.
La autora agrega que desde siempre, a lo largo de su trayectoria, tuvo que enfrentarse a casos similares de esposas sumisas y buenas que, al verlas sufrir en los estrados, la llevaron a hacerse varias preguntas: “¿Qué y cuánto sabían sobre sus esposos? ¿Conocemos a quien creemos conocer? ¿Es posible que quien alguna vez fue el hombre (o la mujer) soñado, amado, con quien compartimos la vida, pueda devenir bajo nuestra mirada cotidiana como otro ser distinto, sin que lo advirtamos siquiera? ¿O quizás es que nos acercamos a la verdad tanto como queremos permitirnos, solo cuanto podemos soportar?”
Desde que fue publicada a principios de este año en Estados Unidos, La viuda (The Widow) se ubicó la primera semana en el primer puesto de los libros electrónicos, con cuatro estrellas en Amazon. Además entró al décimo lugar en el listado del New York Times. En el Reino Unido, el fenómeno ha seguido el mismo camino, al ubicarse en el top 5 del Sunday Times.
Barton ya se encuentra trabajando en una nueva historia de suspenso, que llevará a los lectores a encontrarse otra vez con la periodista Kate Waters, una especie de álter ego de la propia autora, aunque ella le baje el tono. “Kate no soy yo, y yo no soy Kate. El personaje de Kate Waters está construido de retazos de muchos colegas”, anota.
Los derechos de La viuda, que está siendo traducida a otros 30 idiomas, ya fueron adquiridos por Playground Television para una serie televisiva.
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