Samsung Electronics logró en el segundo trimestre de 2016 un beneficio neto de 5,85 billones de wones (5.170 millones de dólares), un 1,7 por ciento más que el mismo período del año pasado, así como su mejor resultado trimestral en dos años gracias al impulso de las ventas de ‘smartphones’ como el Galaxy S7 y Galaxy S7 edge.
La firma surcoreana registró en abril-junio un beneficio operativo de 8,14 billones de wones (7.170 millones de dólares), lo que supone un aumento del 18,6 por ciento en términos interanuales, según los resultados presentados en Seúl.
El mayor fabricante mundial de teléfonos avanzados y chips de memoria dijo que sus utilidades por dispositivos móviles se debilitarían en el segundo semestre, y anunció que enfrentaría mayores costos por márketing para competir con la llegada de nuevos productos de sus rivales.
Además, Samsung dijo que su negocio de componentes brillaría en el segundo semestre, en medio de señales de recuperación de los precios de chips de memoria y pantallas, tras un periodo de caída global en las ventas de estos productos.
"Con miras al segundo semestre del 2016, la compañía espera que su sólido desempeño continúe en comparación al primer semestre, principalmente impulsado por ganancias en el negocio de componentes", declaró Samsung en un comunicado.
Las acciones de la empresa llegaron a subir hasta 1,3 por ciento en la sesión asiática, pero más tarde cerraron con un retroceso de 1,3 por ciento, arrastradas por un declive del mercado local ante las expectativas de un fortalecimiento del won surcoreano.
La compañía se prepara para presentar su nueva versión del ‘smartphone’ Galaxy Note la próxima semana y probablemente comenzará a vender el teléfono-tableta cerca de un mes antes de que su rival Apple lance sus nuevos iPhone en septiembre.
REUTERS