El proyecto de reforma constitucional que el senador del partido de ‘la U’, Roy Barreras radicó el martes pasado para que los miembros de la Fuerza Pública puedan votar no ha parado de generar polémica.
El propósito de la iniciativa es que 452.373 colombianos que integran las Fuerzas Militares puedan manifestarse en las urnas. Sin embargo, se “impedirá que intervengan en actividades o debates de partidos o movimientos políticos y ser elegidos”, indica el texto del proyecto.
Si bien no es la primera vez que se hace esta propuesta –ya se había hecho en 2013 y en 2014–, pocas veces había generado tanta polémica, tal vez por la alta probabilidad de aprobarse. (Lea también: 'Lo único que vamos a devolverles es su derecho sagrado al voto')
Mientras unos aseguran que esta iniciativa es pertinente en tiempos de posconflicto, otros dicen que armas y política no deberían ir de la mano.
El debate ha llegado al punto de que, incluso, el presidente Juan Manuel Santos se refirió al tema.
“Les prometí a los militares que les devolvería el derecho al voto. Les dije que si al final de mi mandato, si teníamos la paz, eso sería una posibilidad real, y estamos hablando con ellos para ver cuándo es el momento más adecuado”, expresó Santos en diálogo con RCN Radio, sin hacer mención directa al proyecto radicado por ‘la U’.
El representante a la Cámara Hernán Penagos (‘la U’) aseguró por su parte que este proceso es normal “en un país que está ad portas del fin del conflicto con la guerrilla de las Farc”.
“Es apenas natural que, así como personas que han estado al margen de la ley van a adquirir derechos políticos, también los miembros de la Fuerza Pública puedan incurrir en actitudes deliberantes”, manifestó Penagos.
El proyecto establece que la reforma se entraría a aplicar en un escenario de posconflicto, es decir, una vez se haya firmado el acuerdo final de paz con las Farc y los colombianos hayan refrendado lo pactado.
Esto último es en gran medida lo que ha generado inquietud en buena parte los opositores a la iniciativa.
“Es una propuesta oportunista que condiciona el voto de los militares a la aprobación del plebiscito, de esa manera busca que los familiares voten a favor de los acuerdos de La Habana. Quieren pescar en río revuelto”, afirmó el senador del Centro Democrático Alfredo Rangel.
Otro de los opositores al proyecto es el senador de la Alianza Verde Antonio Navarro, quien considera la propuesta como un “gran pantallazo”.
“El respeto que tienen las Fuerzas Militares es porque son neutros políticamente; si los politizamos, les estamos metiendo un veneno muy grande”, manifestó Navarro.
Algunos miembros retirados de las Fuerzas Militares tampoco han estado lejos de la polémica, pues creen que la iniciativa es un “principio de igualdad”, pero que es “inoportuna” y poco concertada.
“Esto es la recuperación de un derecho que tuvimos hace mucho tiempo. Pero nos sabe como a caramelo, porque estamos cerca de votar el plebiscito y conquistar la familia de 450.000 miembros de la Fuerza Pública es un gran atractivo. Eso explica por qué hicieron esta propuesta de forma tan deliberada”, dijo el general (r) Jaime Ruiz, presidente de la Asociación Colombiana de Oficiales en Retiro (Acore). (Además: El voto para los militares)
Penagos aseguró, sin embargo, que la entrada de los 450.000 nuevos votantes que integran las Fuerzas Armadas no impactaría mayormente el censo electoral, ya que este aumentaría menos de 2 por ciento.
Luego de su radicación en el Senado, por tratarse de una reforma constitucional, el proyecto deberá superar ocho debates en el Congreso para que pueda ser aprobado.
En principio, la iniciativa tendría el apoyo de las mayorías de la Unidad Nacional. Sin embargo, ya algunos liberales han manifestado sus reparos.
“Tiene un argumento lógico: que sin la guerra con las Farc no tiene sentido que las Fuerzas Armadas no pudiesen intervenir en política. Pero tengo temores con meter a los uniformados en el debate político”, dijo el senador liberal Luis Fernando Velasco.
Propuestas similares
El caso más reciente de una propuesta para devolverles el derecho al sufragio a los militares se dio durante la campaña presidencial del 2014. En aquella oportunidad, el candidato del Centro Democrático, Óscar Iván Zuluaga, tuvo esto mismo como una de sus banderas de campaña.
“Proponemos que los miembros activos de las Fuerzas Militares y de Policía puedan ejercer el derecho al voto como cualquier colombiano y acabar así con la prohibición que hoy establece la Constitución”, declaró Zuluaga durante uno de los debates de la campaña presidencial del 2014.
Otra de las propuestas recientes fue presentada en el Congreso en el 2013 por el entonces senador del Partido PIN Édgar Espíndola, el cual les daba a los militares el derecho al voto pero les prohibía cualquier otra actividad política. Esa vez el proyecto se hundió.
El voto en otros países
En el vecindario se dan casos de países en los que se les permite a los militares votar. Desde 1999, la Constitución venezolana dio vía libre para que los integrantes de la Fuerza Armada Nacional tengan derecho al sufragio. Sin embargo, no se les permite optar a cargos de elección popular.
En Argentina también les está permitido participar en las elecciones, pero únicamente a los uniformados de carrera.
En Ecuador tienen aprobado el sufragio desde 1998. Otra nación en la que también pueden hacerlo es en Chile.
En el norte del continente, en Estados Unidos, es normal que los uniformados sufraguen.
Lo que está claro es que no podrán participar en actos de propaganda o proselitismo político partidista.
Años sin derecho a sufragar
Aunque la Constitución de 1886 establecía que “la Fuerza Armada no es deliberante”, fue durante el gobierno de Enrique Olaya (1930-1934) que realmente se dispuso mediante una ley que no podían participar con su voto en unas elecciones.
La Ley 72 de 1930 fue tajante al determinar que los miembros del Ejército y la Policía Nacional “no podrán ejercer la función del sufragio mientras permanezcan en servicio activo”.
En 1945 esa norma es elevada a precepto constitucional a través de un acto legislativo.
Según el historiador Álvaro Rodríguez, durante el siglo XIX los militares podían votar “porque eran ejércitos sin formación profesional que estaban a cargo del cacique de turno, fuera liberal o conservador”.
El general (r) Jaime Ruiz, presidente de la Asociación Colombiana de Oficiales en Retiro (Acore), afirmó que la suspensión del sufragio en el gobierno de Olaya se debió a “causas de tipo político”.
Y, aunque el militar celebró que desde el Congreso sea tenido en cuenta “el principio de igualdad”, dijo que desde hace más de dos años Acore presentó esa propuesta al Congreso, pero no tuvo respaldo.
La restricción al sufragio de los militares está consagrada hoy en la Constitución de 1991.
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