Desde este viernes, la Policía de Tránsito de Bogotá empezará a imponer multas de $ 344.727, más la inmovilización del vehículo, a quien no acate la medida del pico y placa para carros, camionetas y camperos con capacidad máxima de cuatro pasajeros, sin incluir al conductor, que tengan placa blanca.
Con esta medida, la Secretaría de Movilidad espera que dejen de circular cerca de 3.000 vehículos. Datos de esta cartera aseguran que son 15.000 los carros de estas características en Bogotá, de los cuales el 65 por ciento no está registrado en la ciudad.
Según el Decreto 248 del 14 de junio del 2016, la restricción será de lunes a sábado para dos dígitos cada día, y los carros no podrán movilizarse de 5:30 de la mañana a 9 de la noche. Esta norma empezó a regir desde el 14 de junio pasado con multas pedagógicas, pero a partir de este viernes serán económicas.
Juan Pablo Bocarejo, secretario de Movilidad, manifestó que lo primero que se busca con esta medida es crear condiciones de igualdad entre los taxis y los carros de servicio especial. También se busca disminuir el trancón entre lunes y sábado, además de desincentivar la compra de carros nuevos.
Durante esos primeros días, la Policía de Tránsito impuso más 63 comparendos educativos.
Esta determinación ha creado controversia entre las empresas y propietarios de estos vehículos. Lupoani Sánchez, representante de la Asociación Colombiana de Transporte Terrestre Automotor Especial (Acoltés), manifestó que este decreto perjudicará a los contratantes del servicio de transporte especial, con sus respectivas empresas, ya que tendrían que modificar los contratos o desistir de estos, y las empresas tendrán que aumentar su parque automotor, para suplir la demanda del servicio en los días de pico y placa.
“Esto implicaría que si se tenía 100 vehículos en el servicio, se pasaría a 120, pues 20 de los 100 que se tenían estarían cumpliendo con el decreto del pico y placa, emitido por la Alcaldía. El número podría crecer dependiendo de la cantidad de vehículos que se tengan por empresa”, aseguró el representante.
Darío Hidalgo, experto en movilidad, asegura que esta medida en un mediano plazo podría ser más efectiva si se cobra por circular, como se ha hecho en São Paulo y México, donde los vehículos que utilizan plataformas tecnológicas pagan un porcentaje del pasaje a la ciudad y estos recursos se usan para mejorar el transporte público.
Óscar Mejía, conductor de una camioneta de placas blancas, sostiene que con esta restricción se pierden cinco días laborales al mes y esto baja los ingresos económicos. Sin embargo, asegura que sí ha acatado la norma. “He visto que en algunos días se ha bajado el trancón”, agrega.
Otro conductor consultado por EL TIEMPO fue más radical al señalar que esto ha hecho que algunos carros que no están matriculados en la ciudad vengan a trabajar en los días que no tienen pico y placa.
“No he visto que el trancón disminuya. Lo que se ha visto disminuido son los ingresos por los días que no podemos trabajar”, asegura el hombre, que no quiso revelar el nombre.
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