La hepatitis viral causa cada año 1,45 millones de muertes, por lo que la Organización Mundial de la Salud (OMS) urgió a todos los países a actuar contra la enfermedad reforzando la investigación y acceso al diagnóstico y a tratamientos.
Con motivo del Día Mundial sobre la Hepatitis, que se celebra este viernes, la OMS hace un llamado para que no se ignore la enfermedad que causa más muertes al año que el sida, la tuberculosis o la malaria. “Si se mejoraran la prevención y los tratamientos, evitaríamos siete millones de muertes hasta el 2030”, dijo el director del programa de la OMS contra la hepatitis, Stefan Wiktor.
En el país, la Asociación Colombiana de Hepatología y otras organizaciones de apoyo contra este virus se unen a través de la campaña ‘C vale luchar por tu vida’. El objetivo es buscar que las personas hagan un diagnóstico oportuno frente a la hepatitis C, y así prevenir el desarrollo de enfermedades como la cirrosis o el cáncer de hígado, e incluso la transmisión de esta infección.
La hepatitis es la inflamación del hígado, provocada en la mayoría de los casos por una infección causada por cinco virus principales: A, B, C, D, E. Mientras que la A y E se contraen por la ingesta de agua o comida contaminada, la B, C y D se contagian a través de fluidos corporales, de la sangre (compartiendo jeringuilla, por ejemplo) o por vía sexual.
Sus variantes más peligrosas son la B y C, que sufren unos 400 millones de personas en el mundo, de los que entre el 20 y el 30 por ciento terminan por desarrollar cirrosis o cáncer de hígado. Mientras que el tipo B se puede evitar con una vacuna (solo existe vacuna para la A y la B), no existe inmunización para la hepatitis C. Sin embargo, la C se puede curar por completo con medicamentos, mientras que para la B, el tratamiento es de por vida, puesto que solo se elimina la infección pero el virus se mantiene en el cuerpo.
Según la OMS, la hepatitis no recibe toda la atención que requiere para su erradicación debido a la dificultad de explicar la mortalidad asociada a la enfermedad, principalmente por la variedad de tipos que existen. Para Wiktor, el problema reside también en que se trata de una enfermedad “silenciosa”.
EFE