Esta mujer de 48 años capturada este fin de semana en Chinchiná (Caldas) lleva casi toda su vida dedicada a robar residencias y en sus antecedentes aparecen también estancias en la cárcel por lesiones personales, tráfico de arma de uso privativo de las Fuerzas Militares y concierto para delinquir.
Según le confesó a las autoridades, entró al mundo del crimen a los 13 años, cuando su familia vivió una crisis económica y desde entonces ha mejorado su técnica para engañar a las víctimas: primero vendía boletas falsas de chance y luego fue cambiando de modalidad.
En los últimos años se había dedicado a robar casas fingiendo ser contratista de un servicio de televisión por cable. Así se llevó joyas, un televisor y 500.000 pesos de una casa en la que estaba una niña sola, en la urbanización La Victoria del mencionado municipio.
Después de cometer el robo, fue capturada por la Policía en un retén mientras viajaba hacia Santa Rosa de Cabal (Risaralda), donde las autoridades constataron también que la delincuente estaba en un periodo de libertad condicional de tres años y nueve meses por decisión de un juez.