En otro día de pocos ataques, el podio del Tour de Francia va tomando cara, aunque nada está definido, ni siquiera el primer lugar de Chris Froome, que ayer se cayó en una peligrosa bajada con piso mojado, se golpeó duro y sufrió, y mucho menos que Nairo Quintana, que escaló al tercer lugar, porque esta carrera se ha definido por eliminación y no por la contundencia de los ataques.
Romain Bardet, un francés que no se quería ir en limpio, fue quien formó el desorden en el lote principal, gastó las pocas fuerzas que le quedaban y se escapó al comienzo del último premio de montaña de primera categoría.
Logró alcanzar al puntero, Rui Costa, lo superó, se impuso en la etapa y ganó segundos de bonificación que lo llevaron al segundo puesto.
Bauke Mollema no pudo defender su segunda casilla, pues se fue de largo en una curva, perdió el ritmo del lote, no pudo volver a conectar y llegó a 4 minutos 26 segundos del ganador.
Adam Yates, que era tercero, y también se quedó, se desgastó al tratar de no descolgarse tras el fuerte paso que impuso el equipo Astana en la jornada 19 del Tour entre Albertville y Mont Blanc, de 146 kilómetros.
El británico del equipo Orica no aguantó el fuerte ritmo que tuvo el grupo, trató de llegar, pero el BMC de Richie Porte pasó al frente y lo descolgó, aunque el australiano no fue el hombre fuerte de las jornadas anteriores.
Más adelante vino la acción de un Alejandro Valverde que se llevó a un disminuido Nairo, que termina el Tour con lo justo, como el resto de los ciclistas, pero hoy goza con su llegada al podio, el mejor premio para un hombre que ha sufrido y que no ha podido mostrar su mejor ciclismo por culpa de… no se sabe. De una alergia, tal vez, pero lo cierto es que solo se le han visto intentos de atacar, pero no con la contundencia de las carreras pasadas. En conclusión, es otro Quintana.
A puro paso
Nairo está en el tercer cajón del podio, por ahora, gracias a que ha podido resistir el fuerte paso de sus rivales, que tampoco han tenido mucho para irse y dejar tirado a todo el mundo.
El boyacense se ha mantenido a punta de ganas, de categoría y a veces pensando en el retiro, como él mismo dijo, pero no porque haya tenido fuerzas para lanzar sus definitivos ataques como otras veces.
Mollema y Yates han cedido terreno. El holandés perdió la opción del podio, pero el británico no, porque es cuarto a solo nueve segundos de Nairo.
El colombiano aspira a ser segundo del Tour por tercera vez y la esperanza está viva; solo lo separan 16 segundos de Bardet, el héroe de ayer; pero como están las cosas, por lo que se ha visto, optar por esa casilla debe ser fruto de un desfallecimiento del francés, porque a Nairo no lo acompañan las fuerzas para abrir hueco.
Froome, quieto en primera, calmado, llegó a la semana definitiva con una buena ventaja y ha contado con la ayuda de sus rivales, que no lo han puesto contra las cuerdas, ni siquiera ayer cuando se cayó y se vio mal, pues con la bicicleta de su compañero Geraint Thomas, quien se la cedió al verlo en el piso, conectó rápido, defendió su primer puesto y entró a la meta con la camiseta rota, un fuerte golpe en la espalda y la rodilla derecha sangrando.
Este sábado, jornada de montaña, con cuatro exigentes ascensos, el último de ellos de fuera de categoría, pero la meta está a 12 kilómetros en terreno de descenso.
LISANDRO RENGIFO
Redactor de EL TIEMPO
@LisandroAbel